—Tiene un hijo lanzado a la Presidencia 2015. Ha dicho que le aconsejaría que no lo haga, porque sufriría. Pero en principio lo votaría, ¿no?
—El voto es secreto, pero estoy reflexionando mucho sobre eso. Pensé que después de cumplir su objetivo de que la Ciudad sea París, lo veía en un organismo internacional, ayudando mucho a la Argentina. Pero avanzando en la historia contemporánea, ya se hace difícil saber cuál va a ser el presidente. Mauricio sería un gran presidente, y me pregunto a mí mismo: ¿tengo derecho a ser tan egoísta como para cuidarlo?
—¿Cómo ve al Gobierno?
—Yo lo voté a Néstor. Conocía la política de ellos y creía en su política industrial. Creo que el fallecimiento del presidente Néstor ha complicado mucho la cosa, porque las intenciones se tienen que traducir en hombres, que sepan lo que se tiene que hacer y hacerlo bien. Y en la gestión de Cristina le ha sido difícil encontrar los hombres adecuados.
—A Néstor lo votó, ¿a CFK?
—No he podido tener una opinión formada de ella. Hay que respetar la continuidad. No creo que sea lógico hacer la guerra.
—¿Cómo ve a la Presidenta y al nuevo gabinete?
—Creo que las condiciones son complicadas para la Presidenta. Estoy notando un mayor diálogo, y el diálogo es una demostración de madurez e inteligencia. Todo gobierno hace correcciones durante su mandato haya elecciones o no. Los Kirchner han hecho mucho por sacar al país adelante, pensando en los que menos tienen. ¿Se cometieron errores? Seguro que sí, los únicos que no se equivocan son los que no hacen nada. Estoy seguro que la presidenta va a concluir su gestión con un alto índice de popularidad.
—Usted pide que los empresarios se internacionalicen, pero el Gobierno ha cerrado importaciones para cuidar las reservas.
—Uno de los males que ha tenido siempre la Argentina ha sido la utilización del dólar. No hay país del mundo que use el dólar, salvo los que la tienen como moneda oficial. Vas a Brasil y querés cambiar US$ 100 y te dicen ¿qué es esto? Eso ha motivado mucho de las inquietudes que estás mencionando. Y otra cosa muy importante que defiendo es la renovación generacional. No podemos los viejos carcamanes seguir siendo los únicos que tenemos las puertas abiertas y las posibilidades. Tengo expectativa, el camino es correcto, pero no es simple.
—CFK y Macri se han acercado últimamente. ¿Los ve parecidos?
—Cuando alguien hace las cosas que había que hacer, hagan lo que hagan, son iguales. No son comparables, es un hombre y una mujer. Se pueden comparar las políticas. Mauricio también está dispuesto a encontrar un equilibrio entre campo e industria, que ha sido el gran problema del mundo. En eso se parecen.