Por la recesión, el Gobierno transmite un mensaje a los empresarios: si aumentan los precios, no van a vender. La expectativa oficial es retomar el crecimiento el año próximo pero, en el mientras tanto, la desaceleración de la inflación llega de la mano del menor consumo.
“Hubo una devaluación enorme para un gobierno democrático y con tipo de cambio flotante. Y el pass-through va a terminar siendo moderado”, estimó el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga. “Hoy el Gobierno está concentrado en convencer a los empresarios de que el que sube los precios no vende”.
Para los próximos años, el titular del banco prevé “un crecimiento parecido al de 2002 y 2007, con caída de la inflación”. El ex presidente del BCRA consideró que la economía tiene que pasar por tres etapas para su normalización. “Gran parte del desarme de las tres bombas está concretado”, señaló desde la nueva sucursal digital que el banco tiene en Palermo, en la zona de Plaza Serrano, donde comparte espacio con una cafetería.
El primer punto es la corrida cambiaria. “Está casi concluida pero va a ser puesta a prueba con las elecciones”, admite. El tipo de cambio de convertibilidad hoy está en $ 37, marca, en línea con la cotización de la semana, aunque el dólar cerró un poco más arriba, en $ 38,50.
El segundo factor es la inflación. “En noviembre la inflación va a estar más cerca de 2% que de 3%, y en diciembre, en alrededor de 2%”, marca González Fraga, en línea con las previsiones que publicó PERFIL la semana pasada. “Una inflación del 20% el año que viene va a ser creíble”, agrega.
La tercera etapa “de normalización” es la baja de las tasas de interés, hoy por arriba del 60%. “La reactivación del consumo va a ser muy lenta, a partir de fin de marzo”, advierte.
También pueden “pasar cosas”. “Brasil puede salir mal, la tasa de la Reserva Federal, la guerra comercial entre China y Estados Unidos”, reconoce pero se considera “positivo” sobre el devenir de la economía. Si no hay exabruptos, el Gobierno “tiene altas chances de llegar a las elecciones con algo de crecimiento”.
Como la baja de tasa es más lenta, el banco mantiene el esquema de tasas subsidiadas para pymes y los créditos ajustables en base UVA –unidad de valor adquisitivo–, con tasas de UVA +10 puntos en lugar de sobre la tasa Badlar. “Triplicamos préstamos. Estamos creciendo fuerte en los microcréditos. Damos más de $ 1.000 millones mes a mes”, indica”.
Directorio. Sobre los cambios de directores en el Banco Nación, considera que “son salidas que estaban previstas” y aclaró que desde que asumió, Nicolás Dujovne tenía pendiente designar a su gente en la entidad. “La política es la política”, concluye Fraga.
Hipotecarios para refacción
Con la promesa de inflación a la baja, los créditos hipotecarios fueron un boom. Hoy se siguen entregando, en menor medida, y también con un cambio de composición.
Los que antes eran 2.500 créditos por mes que otorgaba el BNA pasaron a mil.
Sobre el total, en 2017 el 80% era para la compra de una vivienda, otro 10% estaba en el marco del programa ProCreAr y el 10% restante era para refacción del hogar.
Ese escenario cambió. El 50% de los créditos es para adquisición, mientras que un 20% corresponde al ProCreAr y un 30% se destina a refacción.
Por otra parte, el banco también comenzó a operar con los créditos para desarrollos inmobiliarios, que financian obras cuando son elegibles para el crédito a treinta años. “Los costos de la construcción bajaron con la devaluación”, explica González Fraga, para quien la compra de pozo es una forma atractiva de llegar hoy a la vivienda propia.
