ECONOMIA
Elecciones 2023

Inflación y votos en juego: el dilema económico de los precandidatos antes de las elecciones

Mientras que el Gobierno no tiene margen para asumir el costo de tomar las medidas necesarias para bajar la inflación en plena campaña electoral, los precandidatos presentan propuestas con efectos que preocupan.

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Deuda en pesos | planm.com.ar

Los precandidatos presidenciales presentaron hasta el momento propuestas limitadas y sin planes integrales para abordar la inflación y la inestabilidad cambiaria, lo que genera aún más incertidumbre a sólo días de las PASO. Si bien la unificación del tipo de cambio, la eliminación del cepo y la dolarización están sobre la mesa, su viabilidad e impacto preocupa a los expertos económicos.

En paralelo, el Gobierno parece encontrarse en un callejón sin salida: bajar la inflación implicaría tomar medidas con un alto costo político y a su vez, el constante aumento de precios está disminuyendo significativamente las chances de un triunfo electoral.

En este contexto, la medida paliativa elegida por el ministro de Economía, Sergio Massa, fue la renovación de los acuerdos de precios.

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Al respecto, en un informe, Fundación Capital afirmó: “Si bien en el corto plazo la reedición de acuerdos de precios permitirá sostener el registro de julio en torno al del mes previo (6% mensual), hacia delante, estos tendrán impacto sólo de corto plazo, tal como vimos en versiones anteriores. Con el riesgo monetario y cambiario latente, la nominalidad volverá al andarivel del 8% mensual. Así, el año concluiría en torno al 140%”.

En este marco, el oficialismo espera cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar una devaluación y darle poder de fuego al Banco Central para intervenir en el mercado de cambios.

Con todo, los demás precandidatos tampoco están presentando propuestas superadoras para detener la escalada inflacionaria.

“Por ahora, (y hasta es lógico en campaña porque las medidas de ajuste son poco amigas de los votos) ningún candidato presentó un plan integral que permita pensar en una baja sostenida de la inflación. En general, hay bastante consenso en que es necesario controlar el déficit, no emitir, ordenar los precios relativos, unificar el tipo de cambio y ordenar las reservas”, afirmó la economista de EcoGo Rocío Bisang.

En esta línea, se encuentran las propuestas de los precandidatos de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich  y Horacio Rodríguez Larreta.

No obstante, Bisang consideró: “La gran pregunta es si eso puede hacerse y a su vez sostener a la parte de la población que se va a ver más afectada por ello. En ese sentido, va a ser necesario un plan integral, y mucha coordinación y capacidad de adaptación en el proceso”.

El futuro próximo y los incentivos

En el mismo sentido, el economista Martin Kalos afirmó: "Bajar la inflación no tiene una solución mágica, que es un poco lo que en su momento había propuesto el expresidente Mauricio Macri. En tanto que decía que si se reduce la emisión monetaria, se reduce la inflación. Eso se demostró falso y se demostró que en el corto plazo hay muchos factores que pueden generar alta inflación”.

“Se puede bajar la inflación y hay que hacerlo porque no es posible convivir con estos niveles pero también tiene un costo y depende quien gane intentará o no compensar el impacto con políticas de transferencias directas, políticas de ingresos, etc”, indicó.

Por su parte, el director económico de Fundar, Guido Zack, opinó: “Hasta ahora no hubo ningún precandidato con propuestas concretas. No necesariamente porque no las tengan sino porque en los procesos de estabilización, y más cuando la economía presenta un régimen de alta inflación, el factor sorpresa influye y es difícil adelantar las medidas sin que estas generen incentivos contrarios a los esperados”.

“Para estabilizar la economía es necesario tener un plan integral y atacar todos los frentes que afectan hoy la inflación en Argentina. Es decir, en el frente fiscal hay que ir hacia un proceso de consolidación que haga financiable el déficit pero que a su vez no limite el crecimiento económico. El espacio es estrecho pero hay que intentar encontrar ese sendero”, indicó Zack.

“También hay medidas monetarias que se deben tomar: la tasa de interés real tiene que ser positiva para incentivar el ahorro en moneda local y evitar la dolarización de los ahorros de la población”, aseguró.

“Asimismo, tiene que haber medidas cambiarias para ordenar el actual régimen que claramente no funciona”, agregó.

La relación entre el dólar y la inflación

En este sentido, no se puede pensar en el fenómeno inflacionario sin considerar su relación directa con el frente cambiario.

“Cuando aumenta el tipo de cambio, los precios aumentan. El motivo de esto es que hay muchos bienes (en economía se llaman bienes transables) que algunos se importan, otros se exportan y por lo tanto, el precio está definido en dólares en términos internacionales. Por eso, cada vez que aumenta el valor del dólar en moneda local, se traslada directamente a los precios”, explicó Zack.

En particular, “si bien Argentina tiene un único tipo de cambio oficial, las restricciones a la libre movilidad de capitales hace que haya muchos otros”, apuntó.

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“Dada la escasez de divisas, el Banco Central empezó a restringir el acceso a los dólares a muchos sectores e importadores y por lo tanto, algunos bienes no se importan. Pero otros sí se compran al exterior a tipos de cambio paralelos y entonces, estos pasan a ser los relevantes para la definición de los precios”, dijo el especialista.

Siguiendo esta línea, el economista en jefe de la consultora Ecolatina, Santiago Manoukian, planteó: “En medio de las incertezas en el horizonte que plantea la transición electoral y las crecientes expectativas de devaluación que inducen el atraso cambiario, la elevada brecha y la severa escasez de reservas, el paulatino fortalecimiento de las restricciones para acceder al dólar oficial ha agudizado la incertidumbre sobre los futuros costos de reposición de los bienes e insumos adquiridos en el exterior”.

“En este marco, las empresas perciben los riesgos de una potencial corrección del tipo de cambio oficial, por lo cual resulta razonable que quienes importan -así como quienes utilizan dólares propios o deben repagar un crédito comercial- tiendan a adoptar posiciones defensivas valorando sus insumos/bienes finales al mejor proxy que tienen sobre el tipo de cambio luego de ese potencial salto cambiario: el dólar paralelo”, continuó.

En consecuencia, “las empresas vuelven relevante el tipo de cambio paralelo en el proceso de decisión de precios y, como contracara, el tipo de cambio oficial tiende a ser menos representativo”, concluyó.

Si bien los principales precandidatos propusieron medidas estructurales para resolver la crisis, no especificaron cómo se van a llevar a cabo y los riesgos que estas acarrean.

Economía bimonetaria

En primer lugar, la precandidata Patricia Bullrich, propuso establecer un sistema bimonetario.

"El sistema bimonetario nos permite que tanto la moneda nacional como el dólar, u otras monedas, sean de uso corriente para transacciones y para contratos, estamos muy convencidos de este plan", había señalado la ex ministra de Seguridad meses atrás en diálogo con Radio Rivadavia.

En tanto, Carlos Melconian, ex presidente del Banco Nación y economista cercano a Bullrich, afirmó: “Es necesario institucionalizar la bimonetariedad. La Argentina ya es bimonetaria y vamos a ir a un sistema de incentivos para que fluya nuevamente un mercado de capitales en dólares, que permita el crédito y la inversión local de grandes y pequeñas empresas e inversores”.

Sobre esta propuesta, Bisang dijo: “En un escenario sin reservas, con déficit fiscal y con un mercado de deuda en pesos en tensión resulta difícil pensar que pueda ser una salida sostenible”.

Zack, por su parte, afirmó que “la disyuntiva está, de permitir o no la libre circulación del dólar, en que generaría riesgos. Puntualmente, lo que vivimos a la salida de la convertibilidad: un descalce de monedas”. 

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“Los argentinos en general tenemos nuestros ingresos en moneda local y por lo tanto, si volvemos a permitir que los bancos hagan préstamos en moneda extranjera, el riesgo es que, frente a una devaluación, las personas y las empresas no puedan devolverlos y se genere una crisis bancaria”, precisó.

“De permitirse la libre circulación del dólar, la regulación tiene que ser muy estricta y permitir a los bancos prestar sólo a aquellas personas que tengan ingresos en dólares y no a quienes tengan ingresos en moneda local para evitar estas situaciones”, dijo.

“Esto limita bastante el atractivo que los bancos pueden generar para captar depósitos en dólares porque tienen limitaciones para sus préstamos. Sin embargo, generaría un sistema mucho más sólido”, agregó Zack.

 

Unificación del tipo de cambio y eliminación del cepo

En tanto, Rodríguez Larreta aseguró que unificará los 18 tipos de cambio en el primer año de una posible gestión, aunque no dio más detalles al respecto.

Ahora bien, “una unificación cambiaria va a provocar un fogonazo inflacionario y el problema es que hoy el Banco Central tiene muy poco poder de fuego, es decir, reservas internacionales, y el riesgo es que el aumento fuerte del tipo de cambio se traslade con toda su potencia a los precios”, explicó Zack.

“Y el aumento de los precios y la volatilidad e incertidumbre asociada a estos puede generar nuevamente una suba del tipo de cambio. Así, se va a ir generando un espiral inflacionario que sin reservas es muy difícil de frenar y muy nocivo para el crecimiento de la economía, para la distribución del ingreso y por lo tanto, para la pobreza”, continuó.

“Unificar el tipo de cambio sin reservas o con reservas netas negativas es totalmente peligroso e indeseable. Desde Fundar, proponemos un proceso transitorio que implicaría un desdoblamiento cambiario efectivo o bien una unificación compensada por la vía fiscal, es decir, con retenciones y subsidios asociados”, aseguró.

“Eso permitiría acumular reservas e ir preparando el camino hacia una unificación que evidentemente tiene que ser el horizonte. Pero la transición es riesgosa y es mejor hacerla en el marco de un plan integral y no de manera abrupta e inmediata en las condiciones actuales de la economía. Hay que preparar el terreno”, explicó.

Por otro lado, Bullrich había asegurado: “Estamos convencidos de que el cepo cambiario hay que retirarlo de inmediato”.

Moderando esa declaración, Luciano Laspina, el principal asesor económico de la precandidata y diputado nacional por la provincia de Santa Fe, aseguró que la salida del cepo será "rápidamente, pero no ingenuamente".

En el marco de la interna electoral entre ambos precandidatos, el jefe de gobierno porteño echó leña al fuego y dijo: "El cepo no se levanta el primer día, cómo se va a levantar si no tenés un dólar en el Banco Central".

Y advirtió que con una salida abrupta de los controles de cambios, ”el dólar se te va al cielo, $5000, $6000, es difícil preverlo pero no hay un dólar en el Central, es una cuenta matemática, pesos dividido dólares".

En este marco, Bisang apuntó: “La salida del cepo y la unificación cambiaría son metas a lograr si se quiere una economía ordenada pero el timing y el contexto van a ser importantes. Hoy no estamos en la misma situación que en 2015, el stock de pesos es mucho mayor, no hay reservas para contener el tipo de cambio y una salida muy rápida del cepo podría terminar generando un overshooting que sería, aparte de recesivo, peligroso en términos de inflación”.

“Desarmar el cepo y unificar tiene que darse en el marco de un programa integral, donde la política monetaria vaya de la mano con la fiscal para no generar más inconsistencias”, consideró.

 

Dolarización

En cuanto a la dolarización propuesta por el precandidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, Kalos aseguró: “Es una muy mala idea en lo pragmático porque implica una devaluación muy abrupta de la economía para poder dolarizar la cantidad de pesos que hay hoy a un tipo de cambio factible. Este sería estratosféricamente más alto que el actual”.

“Además, conceptualmente y en el largo plazo, implica perder una herramienta de política económica. Está el discurso de que Argentina ha usado mal la política monetaria y cambiaria en los últimos años. Pero eso no puede ser una justificación para eliminarla porque además es muy difícil volver de una dolarización y crear nuevamente una moneda nacional”.

“Y atarse de pies y manos no sólo a no tener política monetaria y cambiaria sino a tener la de otro país que decide por vos es un problema y es creer que la sociedad argentina es idiota, que no puede manejar sus propias políticas. Quienes sugieren eso están diciendo incluso que ellos no creen ser capaces”, concluyó.

ld / ds / ed