El embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, sigue afinando el apoyo del Gobierno de Estados Unidos en la negociación por la deuda, aunque marca que los detalles están en manos del ministro de Economía, Martín Guzmán, que mantiene el hermetismo sobre los términos de la discusión con bonistas y el Fondo Monetario Internacional. “Los fondos buitre no están operando en este momento”, sostiene desde la casa histórica en Dupont Circle y aclara que no habla con los bonistas privados.
Por la caída de los bonos, en el mercado se marca que uno de los riesgos es que empiecen a operar los fondos que compran deuda a precio vil para después litigar. Los títulos argentinos no están en default, pero sí perdieron valor. Sin embargo, Argüello traza diferencias con su paso anterior por la embajada. En ese momento, recuerda “había una task force que hacía pedidos de sanciones contra la Argentina a diario en el Congreso”.
El domingo 01 de marzo al mediodía se reunió con Luis Cubeddu, el negociador encargado de la Argentina del FMI, antes de que éste último viajara a Buenos Aires para seguir las negociaciones por un nuevo programa con el organismo. Esta tarde, en tanto, el embajador se reunió con el secretario del Departamento de Estado para asuntos hemisféricos, Kevin O’Reilly. Cuando le presentó sus cartas credenciales a Donald Trump, el presidente le aseguró que Argentina tenía su respaldo.
Deuda: economistas sugieren cómo debe ser la renegociación "sostenible"
“No hablo con los bonistas”, aclara antes de viajar el fin de semana a Riad para participar de la reunión del G20, uno de los encuentros internacionales que se confirmó pese al avance del Coronavirus. Además de tomar las medidas de prevención contra el contagio, lleva laptop y un kilo de yerba mate, el kit para sobrevivir ante una eventual cuarentena.
Consultado por la relación con los organismos multilaterales de crédito que están bajo su coordinación, como el Banco Mundial o el BID, Argüello reconoció que “el tema de la deuda afecta a todo. Es así de grave”, dijo. Con el mercado de deuda cerrado, la Argentina se convirtió en uno de los principales receptores de créditos de los organismos multilaterales.
Una delegación de la American Chamber of Commerce (AmCham) visitó la embajada argentina en Washington entre reuniones con funcionarios y analistas estadounidenses, donde marcaron su preocupación por las medidas internas que tomó el Gobierno de Alberto Fernández y su impacto en producción y comercio. “Las medidas internas son todas temporarias. No son producto de una visión estratégica sino que corresponden a la emergencia”, dijo sobre ese punto. Y consideró que el Ejecutivo tiene interés en “establecer reglas claras” para las inversiones.
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OEA. Pese al respaldo que cosecha la renegociación de la deuda en el Gobierno estadounidense, Argüello marca que hay diferencias con EE.UU. en cuanto a la votación de la Organización de Estados Americanos, donde Trump promueve la continuidad de Luis Almagro porque en el departamento de Estado creen que manejó bien el caso de Venezuela. Para Argentina, en tanto, hay una visión crítica de esa gestión, también por el caso de Bolivia. A la espera de la definición de Alberto Fernández y Felipe Solá, Argüello asegura que “el apoyo por la deuda no tiñe todo. Hemos salido de la relación acrítica”, dice sobre la relación con Estados Unidos.
PV / DS