A contramano del sendero alcista que venía transitando, la actividad económica cayó 1,8% en marzo en términos mensuales desestacionalizados y quebró una racha de 10 meses consecutivos de repunte. La tensión provocada por la falta de definiciones respecto a las modificaciones del esquema cambiario introdujo ruidos en la economía durante el tercer mes del año.
Los datos se desprende del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que exhibió una suba de 5,6% en la comparación interanual debido, en parte, a la baja base de comparación.
La actividad económica se contrajo en marzo
Con relación a igual mes de 2024, diez de los sectores de actividad económica que conforman el EMAE registraron subas en marzo, entre los que se destacan Intermediación financiera (29,3% ia) y Construcción (9,9% ia), Comercio mayorista, minorista y reparaciones (9,3%) y Pesca (7% ia).
Al mismo tiempo, el rubro Comercio mayorista, minorista y reparaciones (9,3% ia) fue el de mayor incidencia positiva en la estadística anual, seguida de Intermediación financiera (29,3% ia) e Industria manufacturera (4,2% ia).
Por el contrario, cinco sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Electricidad, gas y agua (-4,3%) y Hoteles y restaurantes (-3,6% ia). Estos segmentos, junto con Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-1,1% ia), le restan 0,19 puntos porcentuales al crecimiento interanual del indicador.
Actividad económica: ¿caída aislada o sendero contractivo?
A propósito de la contracción mensual, la mayor parte de los analistas la asocian con la zozobra cambiaria que se vivió en marzo cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no paraba de vender divisas mientras aumentaba la presión por conocerse el nuevo esquema cambiario.

Sin embargo, la tendencia contractiva se habría revertido en abril ya que la flexibilización parcial del cepo cambiario no implicó un salto significativo en el tipo de cambio oficial. De hecho, la inflación se desaceleró de 3,7% a 2,8% en el cuarto mes de 2025.
"El comportamiento dual puede explicarse por varios factores. Por un lado, el crecimiento interanual refleja en buena medida un efecto arrastre por la baja base de comparación, ya que en marzo de 2024 el EMAE había registrado una fuerte caída del 8,4%. Por otro lado, la contracción intermensual podria deberse a la salida del cepo cambiario y a cambios en las expectativas económicas", analizaron desde CEPEC.
Siguiendo esa línea argumental, un reporte de la consultora destacó que si bien la tendencia-ciclo (que suaviza fluctuaciones temporales) mostró un leve avance del 0,2%, sugiriendo que la caída mensual podría ser transitoria, "será clave monitorear los datos de abril para confirmar si se trata de un simple reacomodamiento o el inicio de una tendencia contractiva".
"El acumulado del primer trimestre mantiene un crecimiento del 6,1%, pero los riesgos a futuro incluyen posibles arrastres del sector energético y la evolución del consumo ante la nueva dinámica de precios", concluye el documento.
MFN