El vidrio de la planta de Verificación Policial del Automotor de Villa Luro tiene pegado un cartel de AFIP que anuncia: “Acá podés usar tu tarjeta de débito y tienen la obligación de aceptarla”. Sin embargo, al consultar en caja por los métodos de pago, la respuesta es contundente: “Solo efectivo”. Lo mismo sucede en la planta que la Policía Federal administra en Barracas.
A pesar de la resolución de AFIP, que insta a todos los comerciantes del país a aceptar pagos con tarjeta de débito, en algunas dependencias públicas y concesiones otorgadas por el Estado aún no se predica con el ejemplo. Quizás el caso más extremo es el de la Casa Rosada: las 700 personas que almuerzan diariamente en la sede de Gobierno deben salir de sus hogares con efectivo, ya que en el comedor-restaurante del lugar donde se deciden los destinos del país aún no se han implementado medidas que permitan el cobro electrónico.
A diferencia de lo que sucede en otros buffets para empleados, que suelen ser concesionados, el de la Rosada depende directamente del Estado, lo que lo ubica en un gris legal. PERFIL le consultó a voceros de la AFIP qué sucede con las dependencias estatales que aún no aceptan débito, y la respuesta fue: “Las oficinas públicas no son contribuyentes, por lo que no estarían obligadas a aceptar”.
Esto podría exceptuar a algunos organismos que, al igual que la Policía, aún no han adoptado el sistema POS de cobro electrónico, como sucede en algunos registros civiles del Conurbano o del interior del país. Por otra parte, PERFIL le preguntó al vocero qué piensan hacer con comercios que funcionan dentro del propio edificio de AFIP y que aún no aceptan tarjetas. “En caso de que suceda, las sanciones están fijadas por normativa”, añadió.
Sin maquinita. Otro caso testigo de lo que podría ser encuadrado bajo el refrán “En casa de herrero, cuchillo de palo” es el del Correo Argentino. La empresa postal pública aún tiene oficinas en las cuales solo se toman pagos en efectivo. Por citar dos casos, PERFIL pudo corroborar que esto sucede en la sucursal de Callao al 1500, en Ciudad de Buenos Aires, y en la sede del partido de Avellaneda.
“Tenemos algunas sucursales que no están aceptando y estamos trabajando en la adecuación, porque queremos estar al día con la reglamentación de AFIP”, respondieron desde la empresa, a la vez que aseguraron: “No son tantas las sucursales que no aceptan débito”.
Las terminales para cargar tarjeta SUBE son otro de los casos en los cuales un servicio vinculado al Estado carece de alternativas de pago. Algo similar sucede con los peajes (que son concesiones privadas otorgadas por el Estado): a diferencia de lo que ocurre en otros países del mundo, en Argentina no existe la opción de pagar con tarjeta.
Desde el Ministerio de Transporte aseguraron que están trabajando en un sistema prepago para peajes, pero no especificaron si hay alguna medida en marcha respecto de la SUBE.
Los usuarios de la Biblioteca Nacional y de la Biblioteca del Congreso de la Nación tampoco se salvan de esta carencia. Ambos establecimientos cuentan con centros de fotocopiado en su interior y, en los dos casos, la respuesta de los empleados es la misma: “Unicamente efectivo”.
Licencias. También existen ejemplos que combinan falencias municipales y provinciales. Por ejemplo, aquellas personas que quieren sacar su licencia de conducir en Quilmes pueden abonar solo con billetes, a menos que sean usuarios de Banco Provincia, ya que dentro de la dependencia donde se emiten los registros funcionan cajas pertenecientes al sistema Provincia NET.
Voceros del Banco Provincia afirmaron que Provincia NET acepta tarjetas de cualquier banco; sin embargo, PERFIL verificó que existen otros establecimientos en el Conurbano donde se repite la misma situación de Quilmes. Esta circunstancia afecta a muchos contribuyentes de distintos partidos de la Provincia que deben abonar tasas municipales, cuyos pagos se canalizan por este sistema. n
