ECONOMIA
NAFTAS

La industria petrolera tracciona el PBI, pero preocupa la crisis de Silicon Valley

Una nueva baja en los precios internacionales como consecuencia del colapso en Estados Unidos que llevó a la Reserva Federal a hacer un rescate histórico del sistema financiero, complica los pronósticos de ingresos de divisas para Argentina. Mientras tanto crece el debate también por las subas en los valores de los surtidores domésticos. Esta semana YPF aplicó un ajuste de 3,8% y podría haber otro durante el mes que viene.

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Vaca muerta. Potencial aún bajo tierra que espera descollar. | cedoc

En el contexto de la caída de los precios internacionales del petróleo debido al colapso del Silicon Valley Bank, la industria argentina enfrenta un período de aumento en la producción de petróleo no convencional, y la necesidad de nuevas inversiones ante la baja de la explotación tradicional.

Mientras tanto, en el plano interno, los precios de los combustibles siguen aumentando. YPF aplicó esta semana un incremento del 3,8% desde el 16 de marzo, una medida que estaba prevista para principios de mes, pero que se pospuso con la intención de que estos nuevos costos no impacten tan de lleno en la inflación que, con las cifras de febrero y las proyecciones de marzo, pone en alerta a los argentinos. Y es que el aumento de la nafta, que es el tercero en lo que va del año, incide en todos los rubros, debido a su impacto en el transporte de los bienes que circulan en la economía.

Sobre la evolución del sector de hidrocarburos, el Instituto Argentino de Energía, General Mosconi, presentó un informe que analiza también los principales desafíos.

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Julián Rojo, director del departamento técnico de la institución, afirmó que la producción de petróleo aumentó un 13%, “lo que representa el valor más alto en doce años”, aunque aclaró que “no es el máximo histórico”.

 “El panorama puede resumirse en la caída crónica de las cuencas convencionales y un aumento importante de las no convencionales, en particular de Vaca Muerta”, prosiguió el especialista, que recalcó que los precios internacionales empezaron 2022 con un crecimiento, pero que “desde mitad de año empezaron a equilibrarse”.

Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto, dijo que estamos en presencia de “un cambio estructural en nuestra identidad petrolera, concentrada en la cuenca neuquina”. El problema, continuó, es que el no convencional “declina más rápido que el convencional” por lo que requiere  una inversión permanente, “y para invertir hay que tener un mercado de capitales fuerte, y en eso se nos cruzan nuestros problemas macroeconómicos”.

Para el especialista, la estabilización en los precios del petróleo puede ser buena “desde el punto de vista del país importador”, pero advirtió que “desde el punto de vista de la continuidad y el riesgo de la inversión en Vaca Muerta no es tan bueno”, ya que se ha mostrado rentable con precios internacionales de 70 dólares por barril.

Si bien el crecimiento en la producción de petróleo está relacionado con el sector no convencional, “la Secretaría de Energía no hace una evaluación de los recursos”, lo cual es necesario “si queremos hablar de exportaciones masivas”, afirmó durante la presentación el petrofísico Juan Carlos Glorioso.

El petróleo “explica entre el 40 y 50% de las exportaciones de combustible y energía”, agregó en este sentido Rabinovich. Concluyó que estamos en presencia de “un cambio estructural importante” en la industria petrolera, que requiere “ver cómo organizar el futuro del sector”.

La falta de inversión hizo que Argentina se volviera más dependiente del mercado externo, “en particular en el consumo de derivados”, agregó Rojo durante la presentación. Dijo además que el país “no pudo aumentar la capacidad de refinación”.

Con respecto al gas, Rabinovich agregó que, si bien la producción aumentó un 7% de 2021 a 2022, “está 7 puntos debajo del pico histórico de 2004”.

Si bien la producción de gas y petróleo aumentaron, lo hicieron a niveles inferiores a la demanda internacional. En el caso de la nafta, por ejemplo, creció un 30%, señalaron desde el Instituto.