ECONOMIA
Opinin

La inflación aumenta por los desequilibrios acumulados en la gestión K

El especialista en Econométrica Ramiro Castiñeira analizó —en un artículo publicado por la agencia DyN— que el "festival de subsidios" del Gobierno "está erosionando el ahorro público". También se refirió a los aciertos.

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El presidente Néstor Kirchner se lleva consigo importantes logros en sus cuatro años de gestión, destacándose entre ellos el acelerado crecimiento económico que permitió salir rápidamente del colapso que surgió tras la implosión de la convertibilidad, llevando los indicadores socioeconómicos a niveles previos a la crisis.

Además, logró renegociar buena parte de la deuda pública en términos favorables y alcanzar récord en la tasa de inversión de la economía como también en el nivel de exportaciones.

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Pero también hay que advertir que parte de estos logros fueron posibles acumulando desequilibrios macroeconómicos importantes que dada su magnitud ahora salen a la luz por medio de crecientes niveles de inflación.

Hasta ahora, el Gobierno con un festival de subsidios que está erosionando rápidamente el ahorro público, logró no sólo sostener las distorsiones en las tarifas en los mercados regulados sino también evitar que la mayor inflación impacte sobre el nivel de consumo.

No obstante, la dinámica de "tapar" con subsidios la inflación para que no afecte al bolsillo del consumidor, tiene como límite el bolsillo del Gobierno como el saturado cuadro energético.

Por ello, mientras más se tarde en realizar un programa antiinflacionario que rompa con el circulo vicioso, más aumentan las chances de que la economía sufra un proceso de ajuste que sincere parte del cúmulo de distorsiones en los precios regulados como la velocidad de crecimiento económico.

Superada la crisis, se advierte amplio margen para comenzar a corregir las distorsiones de precios regulados que son evidentes en la economía, no sólo porque afectan a la oferta interna a punto tal que es difícil encontrar inversiones privadas de envergadura en los mercados regulados, estratégicos por cierto, sino porque paradójicamente a tenta contra el propio modelo post convertibilidad al no promover un mayor ahorro tanto público (para sostener el tipo de cambio) como privado (para incrementar las inversiones).

Más aún, a partir de la recuperación económica la decisión de no pasar de una política de subsidios generalizados a una más focalizada que limite el beneficio a los sectores carenciados, sólo genera una "virtual" mejora en el poder adquisitivo que actualmente son parte del empuje de la demanda que presiona los precios al alza en el resto de los mercados, a costa del menor ahorro público.

Es decir, en términos macroeconómicos el objetivo de congelar las tarifas para atenuar la inflación y que no se "coma" el plus de competitividad cambiaria, ya no sólo no lo cumple sino que ahora también terminan "comiendo" el superávit fiscal al contenerlas en un contexto inflacionario, y el superávit externo al trabar inversiones privadas.

Deteriorando a velocidad creciente los tres pilares del modelo (tipo de cambio y superávit gemelos). El ciclo económico post convertibilidad culminó una etapa signada por la recuperación económica.

Agotado los márgenes de acción que dejó la crisis, resulta conveniente acomodar la macroeconomía al nuevo contexto que impone una economía recuperada de su peor crisis económica y que converge directo a una tasa de crecimiento acorde a su tasa de inversión, no necesariamente más alta al crecimiento promedio que muestra Latinoamérica.

La idea no es "enfriar" la economía con políticas de corte ortodoxo como subir tasas de interés o "bajar de cuajo" el tipo de cambio nominal, pero tampoco sobrestimularla con una plétora de subsidios a costa del ahorro público que desperdicia la oportunidad de inversiones privadas en energía sosteniendo una política claramente agotada.

Por supuesto, es sabido que desarticular el circulo vicioso implica un menor crecimiento en el corto plazo, pero también lo es que sin ahorro público ni inversiones en energía el actual modelo económico difícilmente sostenga su actual dinámica.

(*) Economista de Econométrica.