La sequía que castiga con dureza a las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba no deja de generar preocupación entre los productores agropecuarios. Los números lo dicen todo: en Entre Ríos, se estima que se podría perder más de la mitad de la cosecha de maíz como consecuencia de la falta de lluvias que afecta esa región.
En La Pampa, el gobierno local ya se hizo eco de la trágica situación. Entregará 10 millones de pesos en subsidios a unos 2 mil productores bovinos y de trigo que se encuentran en las zonas de emergencia. La ciudad más afectada de la provincia es General Acha, donde se asiste a más de 40 mil animales desde mediados de 2008, desde que no cae una gota.
Según cálculos de especialistas, "no llueve tan poco desde 1961", según consigna un informe del diario La Nación. En la provincia de Corrientes, por ejemplo, fueron los productores ganaderos, arroceros y agropecuarios los que pidieron a las autoridades que declaren estado de emergencia económica en la zona dado que la producción está prácticamente paralizada desde mediados del año pasado y se calcula que se perdió el 30 % de la producción en lo que va de 2009.
El registro en la provincia de Córdoba sigue el mismo camino. Trascendió que, debido a la sequía, la cosecha de trigo fue la peor de los últimos once años. La provincia tuvo una pérdida de ingresos por un valor bruto de 350 millones de dólares.
En tanto, en los casos de Entre Ríos y Buenos Aires alcanza con enumerar el mal trago que padece la siembra: entre las lluvias que escasean y la sequedad de los suelos, la producción desciende a niveles pobrísimos para regiones acostumbradas a las buenas noticias en materia de producción.
Fuente: DyN