Los dueños de grandes firmas coparon IDEA y abrazan a Macri

Desde Mar del Plata
El regreso de “los dueños de las empresas” fue la marca este año en el 53° Coloquio de IDEA, que selló, luego de recelos y dudas iniciales, el respaldo total del establishment argentino al gobierno de Mauricio Macri y la agenda de reformas que prepara para después de las elecciones.

La familia Bulgheroni, dueña de la petrolera PAE y las estaciones Axion, dijo presente por tres, Alejandro, Marcos y Juan Martín estuvieron en el Sheraton Hotel de Mar del Plata, aun a pesar de atravesar, horas atrás, una pérdida familiar. Junto a ellos, se mostraron Darío Werthein (campos y seguros), Oscar Andreani (del grupo logístico homónimo), Claudio Belocopitt (propietario de Swiss Medical y de un 40% de América TV), Aldo Roggio (constructor), Karina Román (del grupo del mismo nombre) y Carlos Blaquier hijo (del holding azucarero Ledesma), que se ocupó de resaltar ante este diario: “Volví al Coloquio de IDEA después de más de veinte años”. “Hay más ánimo entre los empresarios, porque el Gobierno está tomando las medidas”, apuntó.

Ese fue el feeling del conjunto de grandes popes del mundo empresario, que incluyó ayer un punto cúlmine de sintonía con la agenda oficial, cuando Marcos Galperín, de Mercado Libre –la mayor empresa argentina por capitalización bursátil–, y Paolo Rocca, del holding petrolero y siderúrgico Techint, coincidieron en un panel para respaldar, entre otras medidas, la agenda de Macri ante los sindicatos.
“Si bien el año pasado estaba la misma gestión, este año los cambios y las medidas tomadas se ven con mayor claridad”, insistió Blaquier. Ledesma, de hecho, tuvo a su gerente general como uno de los anfitriones. Javier Goñi es el presidente de IDEA. Santiago Soldati, un referente del sector privado, explicó el recelo inicial del “círculo rojo” con Macri, “tal vez porque querían estar seguros de lo que estaba pasando”.

Sintonía. Si bien no todos fueron parte de los paneles, tampoco tuvieron un paso fugaz por el evento. Sin abrirse demasiado a entrevistas, omnubilaron a los directivos presentes, que se sintieron “más respaldados” que en años anteriores. “El regreso de los dueños es una señal fuerte, antes esto era nada más que un festival de gerentes”, ironizó el industrial José Ignacio de Mendiguren minutos antes de la llegada de Rocca.

El idilio entre el empresariado y el Gobierno fue tal que hasta el eslogan de la cita, “TransformandoNOS”, pareció una versión adaptada del lema oficial “Cambiemos”.

Fueron apenas los sindicatos los que matizaron el clima de fervor por una esperada recuperación que se respiró en los pasillos del evento en cada coffee break, y en donde el dato negativo de inflación de 1,9% de septiembre que se conoció el jueves sólo era traído a colación por el periodismo. Algún reparo más sumó Miguel Acevedo, titular de la UIA, preocupado por las importaciones.

Los dueños, sin embargo, no ocultaron sus aplausos, por ejemplo, durante la presentación del jefe de Gabinete, Marcos Peña, llegaron a interrumpirlo en los momentos en los que elogió a los emprendedores, y un poco menos cuando pidió que no tuvieran miedo de competir. O cuando les recriminó que, tras asumir, “la clase business se quejaba por el pollo frío”.

Galperín fue uno de los más claros al ser consultado sobre las ausencias pero también sobre los silencios de los empresarios en el pasado. “Viví afuera y me puedo expresar libremente, pero hay muchas empresas chicas que tienen que cuidar a los empleados”. Rocca, en tanto, apuntó: “Yo no creo que el campo o que Magnetto se hayan callado”, dijo sobre el escenario en referencia a las acusaciones de silencio del sector y los pedidos de autocrítica.

Si bien Belocopitt participó de los coloquios anteriores, de los que fue y es auspiciante, Roggio hacía largos años que no participaba, y esta vez eligió volver.