Casi como un correlato del crecimiento en las encuestas de Mauricio Macri –el candidato con los economistas más ortodoxos a su alrededor–, volvieron a aparecer en escena esta semana los históricos gurúes que han marcado una etapa en la economía argentina. Y lo hicieron a tal punto que el ministro de Economía, Axel Kicillof, los cruzó ayer al acusarlos de hacer propuestas aisladas: “Viven en un termo”, los espetó desde Washington, donde participa –vaya paradoja– de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El miércoles, convocados por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp), compartieron panel Miguel Angel Broda, Carlos Melconian y José Luis Espert, que coincidieron en el diagnóstico de una situación crítica por motivos como el exceso de gasto, aunque las propuestas difirieron en el caso de Melconian, que como integra el equipo de Macri, hizo manifestaciones menos extremas, propias de alguien que eventualmente tiene que hacer lo que diga.
Broda, a quien aún le duele que le achaquen haber incluido como un escenario posible en la crisis de 2001 que el dólar se iría a $ 10, es el “inventor” de la consultoría económica a gran escala. Sus encuentros con empresarios cada mes son –hace casi treinta años– un ritual para muchos hombres de negocios que toman sus pronósticos como el de un verdadero oráculo. Muchos de otros analistas que hoy son consultados por los medios se formaron con él, como el propio Melconian, entre varios. Con un aire de “científico loco” que está más allá de todo, acapara datos y no le importa soltar: “Hace falta un Domingo Cavallo con 200 técnicos como en los noventa”. Espert, a su lado, es capaz de decir –convencido– de que “las paritarias son fascistas” y que la Argentina lleva cincuenta años de “populismo industrial”. El economista del PRO, que en la convocatoria de la cámara que preside Eduardo Eurnekian casi quedó “a la izquierda”, no llegó a tanto pero aventuró que hay que revisar “la fantasía de la Anses” y marcó como un punto crítico del gasto que los planes para jubilados que no aportaron suman 5 puntos del PBI, igual que los subsidios.
Al decir de algunos dirigentes cercanos al candidato presidencial Sergio Massa, que dice ser la opción al kirchnerismo “sin volver a los 90”, la aparición desembozada de los Broda-Espert no hace más que favorecer al kirchnerismo, cualquiera sea su postulante, Daniel Scioli o Florencio Randazzo. “Han batido el récord de que no pegaron un sólo pronóstico”, insistió ayer Kicillof. Ojalá vuelva a ser así. Según Broda, a mediano plazo podría haber un episodio de crisis macroeconómica producto del “plan antiinflamatorio y analgésico que, con éxito, lleva adelante el ministro para sumar votos”