Durante 2012, el mercado de productos fitosanitarios argentino creció 16% en su facturación respecto del año anterior, aunque el volumen comercializado sufrió un retroceso del 5,57%. De esto se deduce un leve aumento de precios en algunos segmentos y una creciente adhesión del productor argentino a insumos premium, más eficientes y de menor impacto ambiental. Así lo reveló la investigación de mercado realizada por Kleffmann Group.
El informe indicó también que el principal segmento de fitosanitarios sigue siendo el de los herbicidas, con el 64% de la facturación, en tanto el activo primordial es el glifosato, que tuvo un aumento del orden del 24% en facturación, pero un pequeño retroceso (el 2%) en un volumen equivalente a 48%.
El informe asegura que este escenario de aumento en la facturación y caída en el volumen se produjo porque se están comercializando los glifosatos más concentrados respecto de los que tienen concentración menor al 48%. Esto produce una disminución en el volumen y un aumento en la facturación, ya que estos últimos son más caros por unidad, pero más baratos por hectárea.
Según los datos arrojados por el informe de Kleffmann Group, los insecticidas constituyen el segundo segmento en importancia, cuya facturación representa el 16% del total del mercado. Pero en 2012 retrocedió un punto en su participación. Si bien aumentó la facturación el 10%, el volumen de ventas cayó en 13%.
En tercer lugar se ubican los fungicidas, que por la sequía sufrieron una caída del 11% en la facturación y del 8% en el volumen.
El cuarto y el quinto lugar fueron para los curasemilla y los acaricidas, cuyo comportamiento no fue similar: mientras que los primeros crecieron 10% en su facturación, los segundos tuvieron una caída del 12%.
El estudio fue difundido por la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), que representa a las empresas líderes en producción de tecnología para la protección de cultivos.
La Cámara recuerda que, en la Argentina, la Resolución 350/99 (SAGPyA) es la que regula los registros de productos fitosanitarios. Esta norma ha mantenido los requisitos toxicológicos y ecotoxicológicos, de propiedades físicoquímicas y de eficacia que fijaban anteriores normas, y estableció pautas sobre la declaración de impurezas (sustancias químicas que acompañan al principio activo, como subproductos del sistema de fabricación).