Con la promesa de “posibles anuncios” entre YPF y Pemex para fin de año, el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, terminó una visita de dos días en Buenos Aires donde retomó la negociación automotriz con la ilusión de buscar el libre comercio a partir de marzo del año próximo.
Así lo aseguró en una reunión con la prensa antes de pasar a un almuerzo donde lo esperaban, entre otros, el presidente de Techint, Paolo Rocca, que radicó sus más grandes inversiones de los últimos años en México, y el titular de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi.
La expectativa del funcionario mexicano sobre el sector automotor se la transmitió a la ministra de Industria Débora Giorgi el jueves. “En ningún momento usó la frase libre comercio”, aseguraron testigos de la reunión. Con la falta de dólares de la economía local, el concepto de libre comercio no es bien visto en el gobierno local.
Después de reunirse con el canciller Héctor Timerman, donde reiteró el apoyo a la posición argentina frente a los fondos buitre, Guajardo consideró que las reuniones de los últimos dos días sientan las bases para empezar a negociar el “libre comercio” de autos en marzo del año próximo.
Hasta ahora el comercio es administrado por el ACE 55, un acuerdo que hasta fue suspendido por la Argentina hace dos años y generó rispideces diplomáticas. La causa en ese momento fue que México negoció con Brasil un acuerdo que era más ventajoso para el socio regional que el que tenía la Argentina. La renegociación generó un cupo de US$ 600 millones anuales que “se está cumpliendo”, según Guajardo, pese a la caída de las ventas en el mercado interno argentino.
Las perspectivas de un acuerdo entre Pemex e YPF para la exploración conjunta en Vaca Muerta es otro de los ejes de la relación bilateral. El secretario del Gobierno de Enrique Peña Nieto sostuvo que la coordinación entre los directores de ambas empresas mejoró en los últimos meses y vaticinó que puede haber anuncios “muy positivos” sobre cooperación estratégica en materia energética. El comercio con México, en tanto, deja un déficit de US$ 1.000 millones para la Argentina. “Pero se ha ido achicando”, aseguró.