ECONOMIA
Supera a la industria y el comercio

Midieron por primera vez el trabajo de cuidados de familia: genera 16% del PBI

Las tareas del hogar y familiares aumentaron durante la pandemia. Recaen en el 75% de los casos sobre las mujeres. Explican las brechas de acceso al mercado laboral.

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Dinero. El trabajo doméstico totaliza un aporte de $ 4 billones. | shutterstock

El Ministerio de Economía midió por primera vez el impacto del sector de cuidados de la familia y el hogar, que es el que más impacto tiene en la economía. Genera un 15,9% del PBI, por arriba del 13,2% de la industria y el 13% del comercio, según los datos de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, que conduce Mercedes D’Alessandro. Se trata de tareas que en su mayoría son no remuneradas y que recaen, en el 75% de los casos, sobre las mujeres.

“Las tareas domésticas y de cuidado consideradas como un todo son la actividad que más aporta a la economía: los cuidados representan un 16% del PBI. Son tareas que en su mayoría realizan las mujeres de manera gratuita. Según nuestros cálculos, las mujeres argentinas le dedican más de 96 millones de horas a estas tareas, sin ningún tipo de remuneración pero con un gran costo en términos de tiempo”, detalló la economista D’Alessandro.

“No es solo limpiar el cambio o hacer la cama sino que esto impacta en la carrera de las mujeres y la posibilidad de la inserción laboral. Mas que pedir una retribución lo que quisimos hacer es generar mecanismos para resolver las brechas”, remarcó la funcionaria en diálogo con AM750.

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El informe “Los cuidados, un sector económico estratégico. Medición del aporte del Trabajo doméstico y de cuidados no remunerado al Producto Interno Bruto”, determinó además que durante el período de aislamiento social por la pandemia de coronavirus, sin clases presenciales en las escuelas y con mayor incidencia del teletrabajo, el impacto del trabajo de cuidado pasó a representar el 21,8% del PBI, casi seis puntos más que sin pandemia.

“Hicimos una simulación que agrega cuatro horas extra por la falta de escuela y sistemas de cuidado. E hicimos una simulación de la caída de todos los sectores económicos como el comercio o la industria. La economía desde la perspectiva de cuidado está más activa que nunca”, agregó la directora.

Mientras se estudia la implementación de un sistema nacional de cuidados, con articulación pública y privada, el análisis del Ministerio de Economía busca “poner en evidencia la necesidad de reconocer ese trabajo y pensar políticas públicas que aborden esta problemática”.

El Trabajo Doméstico y de Cuidados No Remunerado equivale a un aporte de $ 4 billones. “El valor resulta de monetizar la gran cantidad de tareas domésticas que se realizan en todos los hogares, todos los días. Por caso, para tener dimensión de los que esto significa, Industria aporta $ 3,3 billones al PBI, y Comercio, $ 3,2 billones”, detalló el informe. En la división por géneros del trabajo, el 75,7% de las tareas son realizadas por mujeres según remarca el informe.

“La forma en que se mide el PIB no incorpora el trabajo de cuidado no remunerado y, por tanto, deja fuera una de las actividades fundamentales para la economía nacional”, remarca el estudio. A nivel internacional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que el aporte del trabajo de cuidado es de 9,0% del PIB, con gran heterogeneidad entre los países, según el método de medición. En la región el aporte más alto lo tiene México con 24%, Uruguay con 23% y Perú con el 20%. En España asciende a un 10,3% del PIB, Francia 14,8%, Alemania 15,0%, Nueva Zelanda 20,0% y 26,8% en Australia.

Economía, el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y el Instituto Nacional de Estadística y Censos trabajan en el armado de una Encuesta de Uso del Tiempo, para medir el impacto en las brechas laborales del trabajo de cuidado de hijos y adultos mayores, además del espacio dedicado a las tareas del hogar. Los datos con los que se cuenta hasta el momento –de 2013– marcan que las mujeres le dedican el doble de tiempo al cuidado: 6,4 horas diarias promedio a esas tareas mientras que los hombres implican 3,4 horas.

Las tareas no sólo recaen en las mujeres sino también en las niñas. La mayoría de los generalmente llamados “ni-ni” –jovenes que no estudian ni trabajan– son las adolescentes que están al cuidado de hermanos menores o los adultos mayores de la familia.

Presupuesto. El 15 de este mes, el Ejecutivo presentará la “ley de leyes” en el Congreso, que en esta edición tendrá una mirada de género en la distribución de partidas y prioridades. “Una de las prioridades que tiene el Presupuesto es que tenga perspectiva de género. Ver cual es el esfuerzo que está haciendo el Estado para cerrar la brecha y también que sea una herramienta para la sociedad civil y las instituciones que no la tienen”, remarcó la directora de Igualdad y Género del Ministerio de Economía.

Más mujeres pobres por el Covid-19

Un informe de Naciones Unidas detalló que la crisis aumentará drásticamente la tasa de pobreza de las mujeres y ampliará la brecha entre hombres y mujeres que viven en la pobreza extrema. Según un documento publicado por ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las proyecciones apuntan a un aumento del 9,1% debido a la pandemia y sus consecuencias, advirtieron las agencias.

Antes de la irrupción del coronavirus, se esperaba que la tasa de pobreza de las mujeres disminuyera en un 2,7% entre 2019 y 2021.

El resto de datos indican que, si bien la pandemia afectará a la pobreza global en general, las mujeres sufrirán el impacto de manera desproporcionada, especialmente aquellas en edad reproductiva: para 2021, por cada 100 hombres de 25 a 34 años que vivan en pobreza extrema (con 1,90 dólares al día o menos) habrá 118 mujeres, una brecha que podría aumentar a 121 mujeres por cada 100 hombres para 2030.

“El aumento de la pobreza extrema de las mujeres, en particular en esa etapa de sus vidas, es una dura muestra de los profundos defectos en la forma en que hemos construido nuestras sociedades y economías”, aseguró en un comunicado la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.