La semana pasada se dio a conocer el aumento a los jubilados que regirá a partir de junio. La nueva fórmula de movilidad aprobada en diciembre último que combina la variación de los recursos tributarios de ANSES por beneficio con el aumento salarial (el mayor entre el índice de salarios del INDEC y el RIPTE que publica la Secretaría de Seguridad Social) arrojó un aumento del 12,12%. Si a esto se le agrega el aumento de marzo del 8,07%, el aumento acumulado llega al 21,17%.
Y acá surge la pregunta de si fue un aumento suficiente. Intentando responderla (o no), oficialismo y oposición dieron diferentes argumentos en favor de una fórmula u otra.
Con el cálculo anterior, para marzo 2021 el aumento hubiese sido 7,18% y para junio 10,33%, lo que arroja un aumento total de 18,25%, porcentaje menor al 21,17% de la fórmula actual. Estos datos son ciertos.
También es cierto que si se toman los aumentos otorgados desde diciembre 2019 y se los compara con cuál hubiese sido la movilidad con la fórmula del gobierno de Macri, la jubilación mínima sería hoy mayor. Pero ojo, en este caso no se están comparando fórmulas porque durante 2020 los aumentos fueron otorgados por el Poder Ejecutivo de manera discrecional, por lo que esa afirmación es al menos engañosa.
Las jubilaciones, pensiones y asignaciones por hijo suben 12,12%
Aclarado esto, pasemos ahora al foco de la cuestión que es la suficiencia o no de los incrementos. Si se tiene en cuenta que la inflación para los primeros cuatro meses de este año trepó al 17,6%, es muy difícil que la movilidad compense el costo de vida hasta el próximo aumento en septiembre de este año.
Y esto vale tanto para la fórmula actual (que no incluye a la inflación dentro de las variables de cálculo) y también para la fórmula anterior (que sí incluía expresamente a la inflación dentro del cálculo). En este contexto de cortísimo plazo, ¿qué se puede hacer? Una estrategia que entiendo que está siguiendo el gobierno ha sido la de hacer “adelantos” de movilidad de acuerdo a la evolución del costo de vida.
Más precisamente, a través del Decreto 218/2021, aquellos jubilados con haberes de hasta 1,5 jubilaciones mínimas recibieron un bono extraordinario de $1.500 en abril y otro en mayo, mientras que a los jubilados con haberes hasta $32.357,16 se les otorgó un bono menor a $1.500 para los mismos meses. Entonces, ¿de cuánto fue el aumento efectivo? Si se toma el período de punta a punta, el aumento fue del 21,17% para todos, pero cómo se distribuyó ese aumento depende del corte de haberes que se tome.
Pese a las subas, las jubilaciones continúan siete puntos por debajo de la inflación anual
Por ejemplo, un jubilado que cobraba la jubilación mínima a comienzos de este año (vale aclarar que representan el 70% del total de beneficios) recibió un aumento de 8,07% en marzo, los bonos significaron un incremento adicional del 7,29%, a lo que se le sumó un aumento del 4,5% a partir de junio para completar el 12,12% que surge de la fórmula. Así, el aumento de enero a junio fue del 21,27% para este jubilado, pero los adelantos a partir de los bonos le significaron en un mayor ingreso de bolsillo durante el primer semestre.
Muchos discuten la discrecionalidad para determinar el grupo de jubilados que recibe los adelantos, sin embargo, la priorización parece necesaria en el contexto fiscal actual.
Pero cuidado, los bonos para adelantar movilidad incrementan los ingresos de bolsillo, pero también aumentan las erogaciones. Este mecanismo sólo será sostenible en la medida que se resuelvan los problemas de la macro, empezando por la inflación.
Las opiniones expresadas son personales y no necesariamente representan la opinión de la UCEMA
* Dra. en Economía, Profesora de Economía, UCEMA
