"El pedido de aumento salarial lo darán por las buenas o por las malas". La amenaza de Pablo Moyano, al frente del poderoso sindicato de camioneros, anticipó ayer la dura pelea salarial que se viene. El hijo de Hugo Moyano, líder de la CGT, evalúa ir al paro si los empresarios del transporte no acuerdan otorgar un aumento de 25%. La medida de fuerza podría anunciarse mañana, luego de la reunión de la cúpula del sindicato.
Aunque las palabras salgan de la boca de Pablo, es como si las dijera el propio Hugo Moyano. "Estamos informando a todos los compañeros que los empresarios no quieren dar aumento", advirtió Moyano frente a las cámaras, al tiempo que adelantó que no van a "esperar tres meses" por un aumento. "Ya sabemos que el espíritu de los empresarios, con el verso de la crisis mundial, es no dar aumento", se quejó el hijo del líder cegetista.
La amenaza no tardó en llegar: "Se llevarán adelante medidas activas si los empresarios siguen con postura de no dar aumento", dijo Moyano a los canales de TV. Tanto empresarios como gremios había acordado esperar hasta después de las elecciones legislativas del 28J para volver a sentarse en la misma mesa. Tras el duro golpe al kirchnerismo en las urnas del domingo pasado, los sindicalistas reactivaron el conflicto dormido.
Hace unas semanas, PERFIL anticipó que la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) no pensaba otorgar ningún aumento este año: esgrimen que la actividad habría caído un 30% en todo el país. Igual, Moyano no piensa resignar la discusión salarial. Ayer, su hijo Pablo reconoció que "la crisis llegó", en especial en el sector de "trabajadores de larga distancia" pero consideró que "otros sectores siguen con un trabajo normal". Entre ellos, mencionó a los recolectores de residuos, correo y transportadores de caudales.
A menos que los empresarios envíen alguna señal, el paro parece inevitable. Y será el puntapié inicial de la agenda salarial que vendrá.