La bandera de la pesificación que había izado el Gobierno sobre el mercado inmobiliario fue reemplazada esta semana por una nueva, la del Certificado de Depósito de Inversión (Cedin), uno de los instrumentos centrales del blanqueo de capitales recientemente aprobado y reglamentado.
Y es que el pedido de la presidenta Cristina Kirchner de pensar en moneda nacional a la hora de comprar y vender ladrillos nunca terminó de convencer a los propietarios que esperaban dólares a cambio de sus bienes.
Así, gracias a la ley de exteriorización de capitales, los que se resistieron a recibir pesos ya pusieron el cartel en la puerta “Acepto Cedines” con la esperanza de que estos los conduzcan a los tan ansiados dólares.
Incluso desde antes de que se conociera la reglamentación de esa herramienta y se despejaran algunas de las dudas sobre cómo se podría operar con ella, en los sitios de internet de compra y venta como Alamaula, Mercado Libre, Vivavisos, y clasificados en general, se multiplicó la cantidad de anuncios que daban el visto bueno al pago con Cedin.
Terrenos, departamentos nuevos y usados, también fincas y estancias de distintos puntos del país comenzaron a ofrecerse aceptando los títulos que representan dólares, que en lugar de estar garantizados por la Reserva Federal de los EE.UU. están avalados por el Banco Central de la República Argentina.
Esperas. “Hace más de un año que tengo tres propiedades a la venta y no recibí propuestas. Estaba decidido a aceptar una parte en pesos y otra en dólares, pero no el 100% en moneda local”, explicó a PERFIL uno de los primeros propietarios que publicó en internet que estaba dispuesto a recibir estos certificados.
El oferente, que brindó su testimonio a cambio de mantener su anonimato, que fue pionero en destacar la aceptación del Cedin, lo hizo apenas fue aprobada la ley de blanqueo –y aun antes de ser reglamentada–, porque, afirma, le pareció una buena estrategia: “La ley ya decía que esos certificados podían ser convertidos a dólares sin dificultades por lo tanto yo apuesto a que efectivamente eso se cumpla”, señaló.
Agregó que en dos días, “después de que se difundieron los detalles y la letra chica, recibí más de cincuenta consultas de posibles compradores”. Entre la gran variedad de propiedades que se ofertan, se observan departamentos de uno, dos y tres ambientes en Capital Federal, pero también casas en zonas exclusivas como el Golf Club de Nordelta, cuyos valores no son publicados para su consulta.
Entre el jueves y ayer se sumaron a la larga lista de oferentes que denotan que aceptan el Cedin en los clasificados, de lotes, chacras, y fincas del interior.
Uno de los propietarios explicó a este medio que “decidimos vender terrenos en Entre Ríos hace un año, pero pensamos que con una inflación de más del 25% no podíamos darnos el lujo de aceptar únicamente pesos, es por eso que aceptamos los Cedin”.
Ante la imposibilidad de que los potenciales compradores puedan acceder a la compra de dólares en el mercado oficial, “esperamos que esto nos permita concretar la operación que está frenada desde que arrancó el cepo cambiario”, agregó la fuente.
Para algunas inmobiliarias, sin embargo, las aclaraciones oficiales siguen siendo insuficientes. Mientras que en muchas se preguntan qué tan rápido se canjeará un Cedin por dólares billetes y ponen la lupa en los mecanismos de comunicación entre los bancos, que reciben los certificados, y el Banco Central, que debe autorizar el pago.
En otras se muestran más optimistas y esperan una reactivación del sector.
En ese sentido, Juan Ignacio Mel, de Mel Propiedades, señaló que “el Cedin se va a transformar en el corto plazo en el motorizador de un aletargado mercado inmobiliario”.
Si bien los certificados no están circulando porque se espera que en julio comience el blanqueo, el broker adelantó que entre sus clientes existen demandantes y oferentes que están dispuestos a cerrar operaciones de venta de departamentos usados con un “100% en los Cedin”.
También se sumaron a la ola varios agentes del sector de repuestos de maquinaria, en la mayoría de los casos, se trata de artefactos que cuestan más de US$ 80 mil.Uno de los anunciantes explicó: “Las trabas a la importaciones y la fuerte suba del blue afectaron las operaciones de los repuestos más caros, esperamos que eso cambie en los próximos meses”.
El blue cerró en $ 8,10
A pesar de que hay más arbolitos en el centro porteño, ayer terminó una semana en la que en las cuevas primó el feriado cambiario. El dólar paralelo operó ayer en torno de los $ 8,10; 1,25% por encima del cierre de la víspera. Acumula un alza de 19,29% en lo que va del año. La cotización oficial creció en el mismo lapso 8,32%.
El repunte del dólar marginal ocurrió en una jornada en que el Banco Central informó los últimos datos de la Base Monetaria, que arrojaron un crecimiento de casi $ 10 mil millones en la semana del 3 al 7 de junio: este último día cerró en $ 314 mil millones, un crecimiento del 33,9% en 12 meses. Las reservas del Banco Central cayeron ayer 50 millones a US$ 38.567 millones, su nivel más bajo en seis años.
