El atraso cambiario volvió a hacer atractivos los viajes al exterior en la temporada de verano y los últimos fines de semana largos, un fenómeno que, combinado con la devaluación del real que abarató a Brasil, generó un verdadero auge por los tours a la tierra de la caipirinha. Y eso que los operadores aseguran que Brasil “todavía se percibe como un destino caro”.
La demanda para la temporada de playa en el país vecino aumentó 50%, según Despegar.com, mientras que en la comparación con el año pasado –cuando el Mundial de Fútbol empujaba precios al alza– las ofertas dan cuenta de vuelos de hasta 35% más baratos. Los hoteles en Río de Janeiro cayeron 11% en dólares según Trivago entre febrero y este mes. Contra el año pasado, la baja fue del 27%.
“Una devaluación (del real) mayor al 40% (en doce meses), con una inflación estimada para 2015 del 7,7%, beneficia” al turista argentino, reconoce el titular del operador turístico Principios, especializado en Brasil, Oscar Juárez.
Los aéreos, en una comparación de las ofertas de Aerolíneas Argentinas de hace un año con las actuales están el 34% más baratas para San Pablo y 15% menos en el caso de un destino turístico como Río de Janeiro. En el medio, también se registró una caída del 50% de los precios del barril de petróleo.
En líneas generales, según el presidente de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo, Fabricio Di Giambattista, las tarifas aéreas están en el nivel de 2012, más el 35% de anticipo del impuesto a las Ganancias que impone la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a las compras de pasajes además de los gastos en el exterior.
Pero los hoteles también fueron reacomodando sus precios. “Bajaron significativamente y trasladarse y comer en Brasil es mucho mas barato de lo que era”, agregó Suárez. Según el índice de precios hoteleros del sitio de reservas Trivago, entre febrero y marzo de este año los precios de los hoteles cayeron 11% en dólares en Río.
Factor local. Para Di Giambattista, en Brasil no están las expectativas puestas en el dólar y el crecimiento de la demanda se debe más a la situación local. “Hay gente que especula con viajar ahora por si media un cambio tras las elecciones pero también hay gente que prefiere ahorrar”, señaló.
La menor brecha entre el dólar oficial, a $ 8,80 según el cierre del viernes, y el dólar tarjeta (o turismo) a $ 11,90 y el informal a $ 12,80 marca un escenario distinto al de 2013, por ejemplo, cuando las perspectivas de devaluación generaron un boom de preventas.
“El porcentaje de turistas que decidió viajar a destinos internacionales en enero y febrero ronda el 87%, de acuerdo a nuestras ventas de hoteles. Hay que tener en cuenta que es mayor el porcentaje de turistas que viaja a destinos nacionales y alquila casas o departamentos que para internacionales, y eso no entra dentro de nuestras ventas, por lo que el número reflejado habla más de las ventas de almundo que del porcentaje de turistas en general”, explicó Diego García, country manager de almundo.com Argentina.
“Hay una sensación de que se van a adelantar las ventas de las vacaciones del año próximo pero eso todavía no pasó. No hay impedimentos para pagar al exterior, lo único que tenemos que hacer es pagar para eventualmente no quedar enganchados con una devaluación” eventual del próximo gobierno, señaló Pablo Bazzetti, gerente general de la operadora All Seasons, para quien las ventas mejoraron frente a 2014 y la devaluación en Brasil puede impulsar más viajes.
Desde el gobierno de Dilma Rousseff confirman la baja de precios, según explicó el consejero de Promoción Comercial de la embajada de Brasil, Daniel Falcon Lines, para quien el intercambio turístico trasciende la coyuntura. Así, destaca el crecimiento de la oferta de vuelos y el “conocimiento del turista argentino” que tienen en Brasil.
“Los argentinos se adueñaron de Río en el Mundial. Esperamos que vayan a los Juegos. Queremos que sean como los de Barcelona”, agregó.