Un día después de que la empresa Shell anunciara que bajaban los precios de los combustibles a valores del 31 de octubre de 2007, tal como habían dispuesto otras petroleras, el Gobierno intimó al directivo de la compañía angloholandesa en Argentina, a ratificar o rectificar declaraciones que aparecieron esta jornada en distintos matutinos.
Mediante el escribano general de Gobierno, Pedro Natalio Echegaray, la Secretaría de Comercio Interior que conduce Guillermo Moreno intimó al directivo de la firma Juan José Aranguren, a que manifieste si son auténticas las declaraciones que señalan que las bajas de precios traerá menos abastecimiento de combustibles en el país.
Echegaray dijo a la agencia Télam antes de ingresar en la sede de la firma junto con dos inspectores, que "las autoridades quieren saber la autenticidad o no de esas declaraciones atribuidas a él (Aranguren)", mientras que añadió que "la Secretaría de Comercio tomó la decisión de notificar al presidente de Shell sobre algunas publicaciones aparecidas en algunos diarios".
La cartera que conduce Moreno considera que las declaraciones "no se ajustan a lo que debería ser", manifestó el escribano, quien resaltó que "vamos a constatar que se le está notificando". Al salir del edificio, luego de media hora, indicó que "notificaron al abogado apoderado general de Shell, Héctor Jurado, puesto que Aranguren no estaba, que la Secretaría concede 72 horas para que reconozca como propios los dichos que están en los diarios.
Shell anunció el jueves la baja de los precios de los combustibles líquidos, aunque negó que tal decisión fuera tomada por las presiones impuestas por el Gobierno. En un comunicado, la empresa indicó que la disposición surgió "luego del análisis de la evolución del mercado (...) realizado junto a nuestros operadores de estaciones de servicio y a dirigentes de federaciones empresariales nacionales".