Policía bueno-policía malo: la sociedad Cristina-Massa tensa la relación con el FMI y el círculo rojo
El ministro busca allanar el camino a su candidatura presidencial, jaqueada por la dolarización anticipada y la inflación. CFK exigió dureza. Los gobernadores ensayan un plan alternativo.
La fuerte suba de tasas de interés que decidió el Banco Central buscó remediar la tardía reacción del organismo, ante una corrida cambiaria que le agujereó parte del globo que Sergio Massa había inflado para ascender a su candidatura presidencial. Casi en dirección contraria a su idiosincrasia, el ministro de Economía se cansó de las medias tintas y ordenó un incremento de los rendimientos alineada con la realidad inflacionaria. Su futuro electoral entró en zona de alarma y ahora se aferra a su olfato político para ponerle paños fríos a un mercado que no le dio respiro.
El jefe del Palacio de Hacienda logró, este jueves, domar en $ 467 al dólar blue, luego de haber tocado un techo encendido de $ 500. La intervención del Banco Central en el mercado para hacer retroceder a las divisas financieras fue clave, pero, aún así, el valor del informal ganó $74 en comparación con el inicio de abril. Las dudas en el equipo económico fueron leídas por el mercado, que puso todas sus fichas para adelantar una devaluación brusca que esperaba para diciembre o, en su defecto, para después de las PASO, si es que esa encuesta abierta golpea fuerte al oficialismo.
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La orden de Massa al presidente del BCRA, Miguel Pesce, llegó a las 13.00 del martes, luego de que Cristina Kirchner hiciera saber de su enojo al quinto piso del Palacio de Hacienda. En una traducción básica, la vicepresidenta dejó claro que el acuerdo con el FMI ya era historia si se efectivizaba en devaluación la corrida cambiaria que había iniciado dos semanas antes, y una consecuente hiperinflación, lo que implicaba que la candidatura del ministro de Economía iba a quedar en una intentona voluntarista.
En búsqueda de un candidato
La convocatoria para una mesa de diálogo para alinear precios y salarios fue otra iniciativa conjunta entre Cristina Kirchnery Massa. En su discurso en el Teatro Argentino de La Plata, la vicepresidenta criticó con virulencia a los empresarios del sector alimenticio, a quienes acusa de ser responsables de la especulación de los precios de los productos básicos. Justamente ese sector del establishment local se sentará con el ministro de Economía, los sindicalistas y las organizaciones sociales para definir un congelamiento de precios que sirva de puente hasta días antes de las PASO.
“Todas las medidas están en consenso con Cristina”, confió a PERFIL una fuente cercana al ministro de Economía. El cambio en el peso político de la comitiva que partió hacia Washington para recalibrar, una vez más, el acuerdo con el Fondo Monetario tensó las relaciones con el organismo que comanda Kristalina Georgieva. A último momento, y con el argumento de que debían estar concentrados en sostener la calma financiera en el país, Massa hizo bajar del avión el viceministro, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur. Unas horas más tarde, Cristina Kirchner tildó de “inflacionario” al plan de repago del FMI.
Massa busca el respaldo de CFK a su candidatura presidencial, que desactive el pedido de Alberto Fernández de competir en las PASO del Frente de Todos. Allí terciará la decisión de los gobernadores, a quienes el ministro de Economía, junto con su par de Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, reunirán este viernes en un acto en donde se presentará el Programa Argentina Irrigada, que será concéntrico en el Palacio de Hacienda.
Allí aparecerá un contrapunto, por ahora virtual, con el gobernador tucumano, Juan Manzur. El martes pasado, el exjefe de Gabinete pronosticó un candidato del peronismo surgido desde el Interior del país. Lo hizo durante su discurso que realizó en el marco del lanzamiento de la zafra en el ingenio La Florida, del Grupo Los Balcanes, en donde destacó que Tucumán es una provincia sin déficit fiscal y libre de endeudamiento. En otras palabras, contrapuso esa realidad con las incertidumbres financieras que ese mismo día golpeaba de frente a Massa.
De tasas y bandos en el BCRA
Pesce había resistido, una semana antes, una suba de tasas contundente y negoció con Massa un punto intermedio. El ministro quiso imponer un shock en los rendimientos, pero el jefe del BCRA advirtió por su efecto en el financiamiento, que iba a limitar a la actividad productiva y al consumo. Este jueves, el ministro de Economía no sólo había dado la orden de dar el salto, sino que lo empujó a través de sus colaboradores, que dejaron correr el rumor del aumento que, finalmente, se impuso. Pesce también ya se había convencido, pero desde el Palacio de Hacienda lo intentaron dejar en off side. Otra jugada de desgaste, que acumula la relación Massa-Pesce.
“Desde la semana pasada es necesario. La tasa tiene que cubrir, de mínima la inflación, sino ¿cómo vas a proteger tu moneda?”, sentenció uno de los directores del Banco Central consultado por este medio. Días antes, otro integrante de la mesa chica del BCRA había pedido prudencia en la suba de las tasas. Hoy, esos ruegos se transformaron en explicaciones: “Estamos lejísimos de las tasas recontra altas del macrismo”, explicó una fuente cercana a Pesce, teniendo en cuenta la relación entre el costo de financiamiento y el ritmo de la inflación. Con el 91% de interés, la relación con las remarcaciones de precios aun sigue en terreno negativo. Entre las opciones estaba elevar a 1.200 puntos básicos la tasa para ganarle al IPC, pero nuevamente se decidió por un camino fuerte, pero intermedio.
“Se va conversando, viendo los efectos sobre la demanda de dinero y el desaliento a la dolarización”, sostuvo la fuente consultada, quien además descartó tensiones adentro del Directorio del BCRA: “Acá hay coordinación de políticas. No hay bandos imponiéndose sobre otros. Hay un equipo económico que ve los problemas, discute caminos y llega a consensos que se aplican”. Aun así, las miradas de desconfianza y los reproches se sostuvieron durante todo el jueves.
