En el Gobierno nacional piensan avanzar en una reforma laboral como uno de los pilares de transformación de segunda generación y todo está dispuesto para que el oficialismo presente este 9 de diciembre el proyecto en el Congreso. En esa línea, la presidenta del bloque de La Libertad Avanza en el Senado, Patricia Bullrich aseguró en las últimas horas: “Tenemos suficientes senadores como para discutir y hablar”.
Además, agregó que “las leyes laborales algunos no las van a votar, entonces tenemos que dialogar con quienes tienen voluntad de transformación”, afirmó ayer Bullrich por Radio Rivadavia.
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En esta línea, la fundación Pensar realizó un informe analizando los puntos a resolver para avanzar con una reforma que modifique la actualidad laboral y empresarial en Argentina.
Un sector privado en el que sólo trabajan 6 millones de argentinos
Según el estudio de PensarLab, de cada 100 argentinos, 46 se encuentran laboralmente activos. De esa cantidad, 43 están ocupados y los otros 3 están desocupados.
Dentro del grupo de los ocupados, 13 son trabajadores del sector privado, 12 son empleados cuentapropistas, 11 son informales y los 7 restantes son formales en el sector público.
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En otras palabras, sólo 6 millones de argentinos (13 de cada 100) se encuentran trabajando en relación de dependencia en el sector privado.
Por otro lado, en los últimos 13 años:
- el empleo informal creció un 22%,
- el cuentapropista un 49% y
- el público un 32%.
Mientras tanto, el empleo formal privado se mantuvo estancado.

Paralelamente, entre 2016 y 2024, el ingreso real medio per cápita cayó un 41%, “lo que refleja un mercado laboral incapaz de generar productividad y salarios crecientes”, según destaca el estudio.
La Industria del juicio laboral
La Superintendencia de Riesgos de Trabajo contabiliza que, por año, se inician 80 mil juicios laborales por accidentes y sólo se resuelven el 15%. A esto hay que sumarle los juicios laborales por despido que según se detalla en el informe de Pensar, “han llevado a muchas pymes directamente a la quiebra”.
Por otro lado, en un informe de la Fundación Observatorio PyME, se calculó que, en promedio, una pyme recibe una demanda laboral cada 10 empleados que contrata. Y el 60% de las compañías relevadas indicaron que los juicios laborales se transformaron en la principal dificultad a la hora de pensar en incorporar nuevos empleados.

El problema que plantean las pymes es que la industria del juicio limita así el empleo porque genera un nivel de incertidumbre y costos que las pymes no pueden afrontar porque las lleva a la quiebra.
El Gobierno nacional ya reglamentó el Fondo de Cese Laboral, un régimen alternativo a la tradicional indemnización por despido. Sin embargo, este fondo de adopción voluntaria aún no tuvo grandes adhesiones.
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Por esa razón, el Gobierno estudia reducir las cargas patronales para reasignar ese “ahorro” para financiar un Fondo de Cese Laboral y así lograr que más empresas y trabajadores lo adopten.
Costos laborales
Según la OCDE, Argentina tiene los costos laborales más elevados de Latinoamérica y uno de los más altos del mundo. Alcanza el 35% del salario, cuando el promedio regional es del 21%. De cada 100 pesos que paga el empleador, al empleado sólo le llegan 65%.
El sueldo bruto se compone del sueldo neto y los aportes personales, más las contribuciones patronales y otros gastos que paga el empleador, como ART, viáticos y otros.

Una de las razones por las que existe un alto nivel de informalidad es porque las cargas sobre el salario son altas. De todos modos, la paradoja muestra que estas cargas son muy difíciles de bajar porque son pocas las personas que sostienen a la seguridad social.
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Por último, en el informe de Pensar se señala que se podría avanzar en esquemas transitorios de reducción de contribuciones patronales para nuevos empleos formales netos, junto con blanqueos focalizados y con condiciones para evitar despidos compensatorios.
GZ