Mañana por la tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicará los índices de pobreza del segundo semestre del 2021 donde se prevé que rondaría en el 40% aproximadamente, siendo que durante la pandemia se redujo del 42% al 40,6%.
A su vez, el mismo organismo arrojó hace unos días atrás que la tasa de desocupación en el cuarto trimestre el 2021 se ubicó en el 7% alcanzando a 900 mil personas; reflejó una reducción ya que llegó a estar en el 13% para el 2020. En este sentido, especialistas ofrecen un análisis que ayuda a comprender las causas de un índice de pobreza alto siendo que el desempleo se redujo.
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Por un lado; Eduardo Donza, investigador del Observatorio de Deuda Social Argentina (ODSA), explica la importancia de los empleos de calidad “se puede tomar como ejemplo países como los europeos que tienen tasas de desocupación mayores, pero no hay un problema de ingresos en la población. En Argentina tenemos un mercado muy precarizado, no pensemos que cerca del 30% de los asalariados no está registrado en el sistema de seguridad social”.
Otro de los puntos que destaca el investigador del ODSA es el tema de la inflación, que considera muy elevada, en especial de los alimentos. Asegura que “está por arriba de los ingresos de los trabajadores en relación de dependencia y de los que trabajan por cuenta propia. No llegan a recuperar el poder adquisitivo, es un tema muy serio para combatir la pobreza. Mientras no se solucione el tema de la inflación será difícil contrarrestar los valores de la pobreza”.
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Por otra parte; Marcelo Ramal, economista y docente de la UBA, afirma que la pobreza no es una cuestión exclusiva de los desocupados sino que en la Argentina una parte fundamental de la clase trabajadora ocupada, e incluso en blanco, es pobre. “Es decir, que la fuerza de trabajo no es acorde al salario, ahí está la raíz de la pobreza en Argentina”. Y agrega, “la pobreza, en este momento, ya ha penetrado en el corazón de la clase trabajadora y no simplemente en aquella parte precarizada o desocupada”.
Con respecto al acuerdo del Gobierno Nacional con el Consejo Nacional del Salario Mínimo sobre el aumento escalonado del 45%, Ramal, especificó que dicho acuerdo para fin de año “represente, tal vez, la tercera parte de una canasta de pobreza pensando en una inflación proyectada hoy entre el 60 y el 65%”.
Por último; Jorge Colina, economista y titular de IDESA, afirma que “el problema de las familias pobres no es tanto el desempleo sino la inactividad laboral. Es decir, adultos que no trabajan ni buscan trabajo, no están considerados dentro de la tasa de desempleo. Mientras que la informalidad laboral cuentan con salarios paupérrimos y hay una inflación elevada que no acompaña”.