Por la inflación, la suba de las tasas de interés por parte del Banco Central para frenar la fuga de capitales, los menores índices de liquidez y la crisis internacional, los bancos y otras entidades de crédito están aumentando los requisitos para acceder a los préstamos al consumo, uno de los pilares del modelo K. El fenómeno, junto con el encarecimiento del crédito, impacta en momentos en que el consumo de bienes comienza a desacelerarse, según datos privados.
La Encuesta Sobre Financiación al Consumo 2011, que elabora Deloitte, asegura que este año, 33% de los bancos universales –los que ofrecen una cartera completa de servicios–, 22% del resto de la banca y 18% de cooperativas y financieras ya aumentaron sus requisitos de “ingresos mínimos” para otorgar créditos. También otras medidas, como pedido de antecedentes personales, scoring o antigüedad laboral. Sólo un puñado de entidades decidió disminuir los requisitos y todos “se mantienen prudentes frente al riesgo” crediticio.
“El mercado de crédito al consumo creció casi 39% en 2011 respecto de un año atrás, y era en marzo de $ 90.060 millones”, explicó Guillermo Barbero, socio de la consultora y responsable del estudio, “pero están subiendo los requisitos”, advirtió, y analizó que “es una tendencia que aparece ante cada crisis”, en este caso, la internacional.
La bonanza es afectada por la suba de las tasas. Desde hace varias semanas, el Banco Central sube el interés que paga por el dinero que le depositan los bancos a través de sus notas y letras. Así, hizo crecer de 9% a 14%, en promedio, el interés de los plazos fijos en pesos, y con eso espera atraer a los inversores a la moneda local y evitar la fuga de capitales. Por el momento, la fuga sigue en niveles récord –US$ 3 mil millones se fueron del sistema el mes pasado–.