La llegada de Carlos Slim a YPF, con la compra del 8,4% de las acciones de la compañía, modificó profundamente las estimaciones de los analistas acerca del futuro de la empresa en los mercados. “Siendo un hombre de negocios, y de vínculos con el Gobierno a través de Abal Medina, se espera que pronto busque tener representación en el Directorio de YPF”, opinaron operadores bursátiles y analistas del sector.
Por eso, se produjo un cambio de expectativas respecto de la nacionalización, ya que “hasta ahora no se sabía cómo iban a financiarse los proyectos de producción y, además, va a despertar el interés de las principales petroleras del mundo que podrían aportar más capital”, según coincidieron ante PERFIL.
Tras conocerse el ingreso del mexicano en la empresa, el viernes la acción llegó a dispararse hasta 15% en Buenos Aires, principalmente a las expectativas de una revalorización y en menor proporción a inversiones especulativas.
“Sería difícil creer que Slim se desharía de su participación. Compró cerca de US$ 10 la acción, un precio debajo del valor de libro, cuando técnicamente se puede establecer un valor de U$S 12 como soporte y con gran potencial de suba”, dijo un analista. Más allá del sentido de oportunidad del mexicano, Slim “llevó a todas sus compañías a generar ganancias para que el valor esté en línea con sus respectivos sectores”, recordó. “YPF tiene un valor ilógico; es la petrolera más barata y este señor lo tiene muy en claro. No se mantendrá al margen de las determinaciones que la compañía, no es su estilo”, afirmó.
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