El kirchnerismo tiene a la redistribución de la riqueza como una de las principales banderas de su gobierno. Sin embargo, desde la llegada de Cristina Fernández a la presidencia, el índice que mide la diferencia de los ingresos entre los argentinos más pobres y los más ricos ha aumentado. Por cada peso que gana el 10 por ciento menos favorecido, los más acaudalados obtienen $28,24, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La cifra surge de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). En 2003, Néstor Kirchner llegó al poder cuando la brecha de ingresos entre el 10% más pobre y el 10% más rico era de 54 veces; cuando le cedió el bastón de mando a su esposa, la diferencia se había reducido a 28 veces. En el segundo trimestre de 2009, la brecha había bajado a 25,6. Pero ahora, según el INDEC, la cifra volvió a subir a 28,24.
Hay más números que revelan un deterioro de la situación social. En 2008, casi un millón de trabajadores que integran la franja del 10% de menores ingresos ganaban 215 pesos. Esa suma aumentó a 234 pesos gracias a la inflación en el tercer trimestre de 2009, pero a costa de trabajar una hora más por día, según el diario Clarín. En el mismo período, el 10% más rico incrementó sus ingresos de 4.597 a 5.320 pesos.
El coeficiente de Gini es la medida utilizada en todo el mundo para estimar la desigualdad en la distribución del ingreso. Se mide en una escala que va del 0 (una hipotética igualdad perfecta de ingresos entre toda la población) y al 1 (desigualdad absoluta). En la última medición del INDEC el coeficiente fue de 0,457, apenas tres milésimas menos que la última medición, y mayor que la cifra de 0,450 alcanzada en 2008.
El trabajo informal es cada vez más precario. El 30% de la población de menores ingresos obtiene sólo el 7,7 por ciento de la riqueza, cuando antes les correspondía el 8,1. Quienes figuran en el decil 50 (es decir, a la mitad de la escala de ingreso) ganan 3,8 veces más que el decil más pobre.
"Esto refleja que la política económica ha mejorado, en términos relativos, la situación de los asalariados de convenio; quienes reciben ingresos informales son los que están peor que antes", explicó el economista Ernesto Kritz al diario La Nación.
También se amplió la brecha entre hombres y mujeres. Ellos ganan en promedio $1700, mientras que ellas sólo consiguen $1200. Esa diferencia de 41,7 por ciento había llegado al 33 y al 25 por ciento en mediciones anteriores.
Todas las cifras sin embargo son cuestionables, ya que la intervención del kirchnerismo en el INDEC ya lleva tres años. Desde enero de 2007, los numeros del organismo oficial fueron cuestionados en reiteradas ocasiones por su manipulación, e incluso hay oficinas estatales como el Banco Central que no usan sus estadísticas como referencia.