ECONOMIA

Repsol apuesta a cerrar un acuerdo por YPF pese a la ofensiva de Brufau

<p>El catalán es cuestionado por algunos socios por su intransigencia para negociar con Argentina. España y el rol secundario en las operaciones.</p>

Brufau. Los más conciliadores lo acusan de entorpecer las negociaciones.
| AFP.

El anuncio de un acuerdo inicial entre el Gobierno argentino y Repsol en torno a una indemnización por la expropiación del 51% de YPF augura, para algunos, el comienzo de la última etapa del proceso de reestatización. Para otros, la noticia expone, con mayor urgencia, el frente de batalla ya declarado entre algunos accionistas de la petrolera española y el presidente de la compañía, Antonio Brufau.

Esta tarde, el Ministerio de Economía destacó que "se ha arribado a un principio de acuerdo acerca de la compensación por la expropiación del 51% del paquete accionario de YPF, sujeto a ratificación de los máximos órganos rectores de Repsol". "Tal principio de acuerdo implicará fijar el monto de la compensación y su pago con activos líquidos y que ambas partes desistirán de las acciones legales en curso", apunta la cartera de Axel Kicillof, punto que va de lleno contra el planteo impulsado por Brufau ante el CIADI.

Un comunicado de Repsol al respecto no agrega mayor tranquilidad para la compañía. El consejo de la petrolera española "analizará y acordará lo que estime conveniente en exclusivo interés de la Compañía y de sus accionistas en su reunión del próximo miércoles 27 de noviembre", expresa.

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El principio de acuerdo se alcanzó esta mañana tras una reunión de la que participaron el ministro de Economía, Axel Kicillof y su par de industria de España, José Manuel Soria. A la reunión también asistieron Nemesio Fernández-Cuesta, director general de Repsol, Miguel Galuccio, presidente de YPF, el embajador argentino en Madrid, Carlos Betini y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini. Soria llegó acompañado solamente por los presidentes de La Caixa, Isidro Fainé, y de Pemex, Emilio Lozoya, en calidad de representantes de los accionistas.

Propuesta rechazada. Argentina había presentado una propuesta a Repsol para la compensación por la expropiación parcial de YPF que contemplaba la creación de una sociedad conjunta entre Repsol, YPF y Pemex para explotar el 6,4 % del yacimiento de Vaca Muerta e implicaba el retiro de todas las demandas judiciales abiertas por la empresa española. Esta sociedad habría estado participada en un 51% por YPF; en un 47% por Repsol y en un 2% por Pemex.

Además Repsol recibiría 1.500 millones de dólares (1.147 millones de euros) en capital, que tendría que invertir obligatoriamente en la sociedad conjunta para financiar los proyectos de explotación.

En conjunto y según la valoración realizada por YPF, la oferta ascendería a 5.000 millones de dólares (3.823 millones de euros): 1.500 millones de dólares (1.147 millones de euros) de los bonos y 3.500 millones de dólares (2.676 millones de euros) de la participación en la sociedad.

De urgencia. En el último año y medio, el contacto entre Argentina y Repsol se dio a través de intermediarios lejanos de la postura española, que dio algunas señales con la comitiva que llegó hoy al país. Brufau no viajó para avalar el acuerdo inicial, pero sí lo hizo el ministro de Industria, Energía y Turismo español, José Manuel Soria, que canceló "de urgencia" sus compromisos en San Sebastián, previstos para mañana.

Inquebrantable. La intransigencia del catalán para llevar el litigio con YPF ante los tribunales internacionales motiva una profunda división en el Directorio de la petrolera española, una cuestión que no es novedosa, pero que podría dilucidarse en la reunión del miércoles del Consejo Directivo.

Según los medios españoles, la idea de Brufau sería la de seguir adelante en el CIADI con el pedido de resarcimiento por la estatización de 51% de sus acciones en la petrolera argentina, procedimiento que no contaría con el aval de dos poderosos socios: Caixabank y PEMEX.

Precisamente, Pemex -con 9,3% de Repsol- fue quien solicitó la reunión del miércoles y contra su iniciativa de arreglo con YPF, Brufau estaría pensando "eventualmente, iniciar otro frente contra PEMEX, con la que la relación ya es nula", señaló el portal del diario especializado en economía, Expansión.

Según el diario Cinco Días, del Grupo Prisa, "Repsol ha amenazado con denunciar a cualquiera que intente aprovecharse de sus activos expropiados".

En tanto, ABC especula con que el miércoles, el representante de Pemex en Repsol, "deberá dar explicaciones por las durísimas críticas vertidas por el director general de la petrolera estatal mexicana, Emilio Lozoya, contra la gestión de Brufau".

Ahora, la presión del gobierno de México parece haber inclinado la balanza en contra de Brufau, mientras los medios de España especulan en que no se habría avanzado tanto si PEMEX no tuviera los votos que el miércoles le darían por aprobado finalmente el arreglo.

En Pemex no se preocupan por ocultar las diferencias con el español. Según contó Fulvio Ruiz Alarcón, consejero y miembro de la junta directiva de Pemex, al diario PERFIL, “mientras Brufau controle el Consejo de Repsol será casi imposible llegar a un acuerdo con la Argentina”. “Él (por Brufau) se lo tomó de manera personal y no hubo forma de romper su voluntad”, explicó, en un intento por bajar el tono de la negativa de la junta empresaria a aceptar la propuesta que el Gobierno argentino ponía sobre la mesa.

Y los hechos no desmienten a Pemex. En mayo de 2012, Repsol notificó al Estado argentino de su intención de demandarlo ante el CIADI, en un proceso en el que podría reclamar cerca de US$ 10 mil millones.

“Antes de que se vaya al CIADI las partes tenemos seis meses para buscar una solución negociada. Esto es el primer paso, es lo que abre el proceso”, precisó en un comunicado.

Hacia fin de 2012, la petrolera española formalizó el reclamo ante el tribunal internacional, con la intención de que la eventual sanción contra Argentina superara por amplio margen los 15.000 millones de euros, (más de 20.000 millones de dólares) muy por encima de los 5.000 millones de dólares propuestos por el Gobierno Argentino.