Esta noche, alrededor de las 22, el Directorio del Banco Central se reunirá para analizar el resultado de las elecciones y medir el impacto que puede tener sobre la apertura del mercado cambiario este lunes. La información, fue confirmada a PERFIL por fuentes de la autoridad monetaria.
Luego de que el viernes se incrementara la demanda de divisas por parte de los ahorristas y con el antecedente devaluatorio post PASO, la entidad presidida por Guido Sandleris busca adelantarse a una posible sobrerreacción negativa del mercado ante una victoria de Alberto Fernández en primera ronda.
Los principales rumores apuntan a un endurecimiento del cepo, para lograr evitar una mayor presión sobre el tipo de cambio. Una nueva compra masiva de dólares podría implicar una aceleración en la caída de reservas y un correlato inflacionario.
"Hasta que acuerden como será la transición, el Gobierno va a ir, sin muchas opciones, hacia un endurecimiento del cepo", consideró la economista Melisa Sala, de la consultora LCG.
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Por su parte, la analista de mercados Florencia Galván, señaló: "Todo depende cómo queden los resultados. Si hubiese un balotaje, el mercado no lo va a tomar igual que si gana Alberto".
Ante la consulta de si puede haber un mayor control de divisas, la economista respondió "espero que no", aunque afirmó que es una de las medidas que esperan los agentes del mercado que puedan suceder.
En tanto, Diego Ferro, inversor argentino en Wall Street, señaló: "En todo este proceso, el Gobierno pareció estar corriéndola de atrás. Cuanto más anticipado sea un anuncio de medidas para calmar al mercado, mejor. Lo más útil sería que mostraron anticipación".
Ante la consulta de si se viene una profundización del cepo, Ferro respondió: "Si no pueden demostrar algo de liderazgo de otra forma, es lo único que les queda. Deberían haber acordado medidas con Alberto Fernández antes de la apertura mañana, y anunciarlas como tal".
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Durante la jornada de ayer, el economista Luis Palma Cané, reconoció en una entrevista radial: "Yo soy totalmente enemigo de los controles, estoy a favor de la libertad de los mercados. Pero, a veces la necesidad, tiene cara de hereje. Acá tenemos un enfermo casi terminal. No podemos hacer el ABC de la ortodoxia, porque eso es para situaciones normales".
Y, en esa misma línea, completó: "Dadas estas circunstancias y el grado de incertidumbre que tiene la economía, yo diría que, lamentablemente, para el cortísimo plazo lo que habría que hacer es establecer un control de cambios mucho más duro. Hasta que se despeje el escenario. Se necesita que sea duro, duro, duro. No se tiene que poder comprar dólares".
