Rusia acusa a los países occidentales de intentar provocar un default “artificial” por las sanciones económicas tomadas desde la invasión a Ucrania.
"Las declaraciones según las cuales Rusia no puede cumplir con sus obligaciones respecto a su deuda pública no se corresponden con la realidad", insistió el lunes el Ministerio de Finanzas, asegurando que "la congelación de las cuentas en divisas del Banco de Rusia y del Gobierno puede considerarse como el deseo de los países extranjeros de provocar un default artificial".
En la actualidad, Rusia muestra un ratio de endeudamiento muy bajo y reservas de más de 600 mil millones de dólares acumuladas gracias al petróleo.
El FMI despejó la incertidumbre de una crisis financiera mundial si Rusia cae en default
Como represalia por la intervención militar rusa en Ucrania, la parte de esas reservas en el extranjero, unos 300 mil millones de dólares, están congeladas por las sanciones occidentales.
En marzo y abril, Rusia debe hacer frente a varios pagos de deuda en divisas. Los eurobonos emitidos desde 2018 se pueden reembolsar en rublos, pero no ocurre lo mismo con el primer vencimiento previsto para este miércoles, un reembolso de 117 millones de dólares.
"Se trata de una situación única en la que la parte que impone las sanciones decidirá del default ruso en 2022", dijo el lunes Elina Ribakova, economista jefe adjunta del Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
La economista destaca que "a menos que el Tesoro de Estados Unidos permita desbloquear una parte de los 300 mil millones de dólares de activos congelados de Rusia (...) veremos probablemente un default".
Las sanciones occidentales han paralizado parte del sistema bancario y financiero ruso y han provocado el desplome del rublo. Un default corta automáticamente el acceso de un Estado a los mercados financieros y pone en peligro su rentabilidad durante años.
"Se trataría del primer default soberano de Rusia desde 1998 y el primer default soberano sobre la deuda de divisas extranjeras desde que Lenin rechazó las obligaciones del gobierno en 1918", subrayan a su vez los analistas de Capital Economics este lunes en una nota.
Default y recuperación en la Unión Soviétiva
Tras el colapso de la Unión Soviética, Rusia heredó en solitario los 70 mil millones de dólares de deuda del imperio desaparecido. Hizo falta más de un cuarto de siglo para librarse de esta carga.
La dolorosa y caótica década de los 1990 culminó con un default de la deuda en 1998, cuando la economía rusa estaba debilitada, entre otras cosas, por una crisis financiera en Asia y el colosal costo de la primera guerra de Chechenia.
Recién en 2011 Rusia pudo volver a pedir préstamos en los mercados internacionales, con una nueva emisión de bonos.
A principios de la década de los 2000, el país se benefició de la afluencia de petrodólares gracias a la subida de los precios del petróleo y el gas, lo que le permitió acumular reservas y cerrar definitivamente el capítulo de la deuda soviética, con los últimos reembolsos en 2017.
En los últimos años Rusia se ha empeñado en reconstruir su reputación de prestatario impecable, unos esfuerzos que ahora corren el riesgo de verse truncados.
"Rusia tiene el dinero para pagar su deuda, pero no tiene acceso a él. Lo que más me preocupa es que habrá consecuencias más allá de Ucrania y Rusia", dijo la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, en una entrevista con la CBS el domingo.
Fuente: AFP.
LM cp