Jorge Todesca tomó las riendas del Indec con la llegada de Cambiemos al gobierno y tuvo a su cargo recuperar la credibilidad de las estadísticas tras la intervención de Guillermo Moreno desde 2008. Ya presentó su renuncia, con fecha del 9 de diciembre, y esta semana se reunirá con su sucesor designado, el economista Marco Lavagna, para organizar el traspaso de mando. “Fue una buena elección. Con él compartimos haber sido críticos a la intervención”, dice sobre Lavagna, que estaba al frente de Ecolatina, multada por Moreno.
—¿Cómo fue el paso del Indec que recibió al que deja?
—El Indec tuvo una destrucción visible, que fueron las cifras que se dejaron de publicar, pero también se perdieron cuadros y dejó de trabajar con la comunidad internacional. Con la recuperación algunos se entusiasmaron y volvieron. Volvimos al trabajo con la comunidad internacional, porque recordemos que había una moción de censura del FMI por los datos de inflación y PBI, que se levantó en 2016. Después empezamos a trabajar con la OCDE, que tiene una potencia intelectual muy grande en estadísticas.
—Se presentó un proyecto para una nueva ley estadística. ¿Busca blindar al Indec?
—La independencia del Indec fue un compromiso muy fuerte de Mauricio. Yo tenía dos tareas: una fue la auditoría y la otra fue que se elaborara un proyecto para la independencia. Fue consensuado por el Gobierno y la OCDE también lo revisó. Se necesita una nueva ley para apelar a otras fuentes como AFIP, registro de las personas. La demanda de información es imposible de cubrir caminando con la Gendarmería por todo el país. Algunos países ya no hacen censos de población.
—Lo que se plantea en ese caso es garantizar que se preserve el secreto estadístico…
—El Indec está obligado al secreto estadístico como AFIP al secreto fiscal. Tenemos información confidencial de personas y empresas todo el tiempo, pero existen procesos de encriptación para garantizar el anonimato. Si hay más fuentes, habrá que preservarlo.
—Después de las PASO Alberto Fernández dijo que quería que siguiera y usted dijo que no. ¿Puede haber alguna colaboración si se lo piden?
—Sí, son momentos distintos. Yo fui muy cuidadoso de referenciarme con el presidente de la república porque fue quien garantizó este proceso de independencia. No milité en la campaña pero creo que los equipos tienen que tener cierta empatía fundacional. El instituto está en situación de recibir una nueva conducción y la persona elegida es adecuada.
—Su hija, Cecilia Todesca, es una de las principales asesoras de Fernández. ¿Qué expectativas tiene sobre su rol y el nuevo gobierno?
—Si la mayoría de la población votó a Fernández espero que le dé satisfacción a la mayoría que lo votó y a la que no lo votó. No pienso que quiera hacer un mal gobierno. Hay criterios diferentes, pero el propósito es igual. Con mi esposa hemos tenido un sentido muy plural en nuestra familia y nunca les dijimos a nuestros hijos qué hacer. A Cecilia la sedujo la misma carrera pero por una cuestión de contagio de entusiasmo. Es una chica muy comprometida, muy sensible. Me gusta que esté comprometida con el servicio público. No sé qué rol va a tener pero está capacitada. Se graduó en nuestra universidad pública y tiene un máster en la Universidad de Columbia.
—¿Intercambian ideas, opiniones?
—Es una situación nueva. Tratamos de que nuestros encuentros familiares convoquen a todos. No discutimos la política económica de Alberto Fernández sino cómo se siente frente a ese desafío, las dificultades que ve y las que veo yo.
—Cuando mira la gestión de Macri, ¿qué fue lo que falló y qué rescata?
—Estoy convencido de que la Argentina tiene que tener un vínculo fuerte con el mundo. Definir la fisonomía de ese vínculo es otra cuestión. Pero lo que probablemente fue generando la crisis fue no dimensionar la fractura que ya tenían la economía y la sociedad argentina, y suponer que había más tiempo. Lo que generó la crisis fue tomar más deuda en moneda extranjera de lo que genera como excedentes en moneda extranjera. Hubo una gran preocupación por la cuestión institucional, por eliminar la burocracia. Son cosas importantes, pero no se come con eso.
—¿Faltó lectura de la calle?
—Cambiemos es un partido nuevo. Tuvimos discusiones sobre la pobreza multidimensional. La pobreza tiene múltiples dimensiones, pero en lo inmediato y cotidiano, la pobreza monetaria es determinante. Por eso me negué a hacer promedios de pobreza multidimensional aunque el Indec mide acceso al agua y cloacas. La alta inflación es intolerable. No se dimensionó la transmisión de la inflación, que en Argentina es muy rápida. Se hizo mucha obra pública de saneamiento y se pensó que eso iba a compensar esta otra cuestión. Vengo del peronismo y creo que la gente necesita tener una conexión física con el gobierno. Es el trabajo territorial, que muchas veces ha sido demonizado. Pero en un partido nuevo, nacido en la Capital, no hay una extensión a todo el país. Si imaginamos modelos de construcción política que se corresponden con una sociedad diferente, en algún momento se produce una fractura.
Censo 2020: DNI y género autopercibido
A fines de octubre, el Indec deberá realizar el Censo Nacional de Población, una gran encuesta que se realiza cada diez años y que preparó el equipo de Todesca.
—¿Está listo el censo?
—Vamos a hacer un censo en transición, clásico, en papel, porque creemos que no está preparado para dar el salto. El censo tiene que ser convocado por el presidente y se arma un consejo superior que revisa la propuesta del Indec. Como era un año de elecciones, no se hizo la convocatoria. Pero hicimos dos pruebas piloto. Va a ser un censo de un día. También probamos el cuestionario para ver la cantidad de preguntas. Cada pregunta cuesta entre uno y dos millones de dólares.
—Hubo críticas porque se pide el DNI en el cuestionario...
—En la prueba no presentó dificultades. Pero en organizaciones de estadística hay preocupación por el anonimato. Eso es algo que el consejo deberá definir en términos de costo/beneficio. Se incluye el DNI porque es el punto para poder hacer encuestas complementarias en el futuro, y un censo no basado en territorio. Tomamos en cuenta todas las observaciones. Pero estamos seguros de que podemos proteger el anonimato. El censo incorpora otras preguntas como la autoidentificación de género que nos pidieron ONGs y se incluyeron y fueron bien recibidas. Y se ampliaron preguntas para pueblos originarios.
P.V. / D.S.