Norberto "Tito" Loizeau, un referente del emprendedurismo argentino, se descargó a través de Twitter el pasado martes 2 de marzo, cuando contó la situación que vivió durante la pandemia de coronavirus. Luego de pagarle el sueldo a sus empleados durante 11 meses que tuvo cerrado su restaurante de cine en Norcenter, ahora los convocó a volver a trabajar y “14 de las 20 (personas) estaban laburando en otro lado”. Por esa razón, confesó: “Pelotudo es poco lo que me siento!!!”.
“Después de 12 meses cerrados por la cuarentena, el Gobierno decidió habilitar los cines. Así que reabrimos “El Capitán”. Once meses pagando salarios de 20 personas. Ahora los convoco a trabajar y 14 de las 20 estaban laburando en otro lado. Pelotudo es poco lo que me siento!!!”, lamentó Loizeau, en referencia a su restaurante temático El Capitán Deli Theatre, ubicado en Norcenter y “pegado a los cines Showcase”.
Tito Loizeau, quien se define como “emprendedor serial”, fundó Promored en 1999, un portal de promociones y cupones de descuento online que se reconvirtió en agencia de marketing promocional, el primer Barbie Store del mundo, la productora audiovisual Cienpies Contenidos y otra agencia de marketing llamada Caramba!.
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Quién es Tito Loizeau
Años atrás, Tito Loizeau escribió el libro Emprender hasta los 90: Un nuevo modo de vivir el trabajo y mirar el futuro, en el que argumenta que, en vez de trabajar full time hasta los 65 años, se podría reducir la carga horaria, pero seguir apostando a proyectos luego de la jubilación.
No obstante, más allá de su trayectoria como emprendedor, en la actualidad, Loizeau no encuentra razones para impulsar a extranjeros o locales a invertir en el país, debido a que él mismo hizo un “mal negocio” al traer sus dólares, según detalló en un hilo de Twitter. “Durante años he intentado inspirar a la gente a emprender y a hacerlo en Argentina. Pero HOY siento que me cuesta encontrar una razón para hacerlo (lo de emprender en Argentina ) y me siento muy boludo por haberlo hecho”, confesó.
En 2020, decidió invertir US$200.000 equivalentes a $10 millones al tipo de cambio de ese entonces para abrir El Capitán Deli. Cabe aclarar que, US$150.000 de la suma total, los trajo de un banco de EE. UU., donde los tenía declarados, más US$50.000 que tenía en monedas de oro, que le había regalado su abuela antes de morir hace 10 años.
Hasta la fecha, tras 8 meses cerrado (antes solo había tenido 8 meses de actividad), tiene que pagar 25 sueldos, además de que tiene tres juicios laborales y ARBA le retiene más de $500.000 a cuenta de impuestos futuros. “Hoy, si me hubiera quedado con los dólares en USA y las monedas en la caja, los 10MM de pesos mi patrimonio sería de 39MM. O sea en 18 meses hubiera ganado 300% en pesos SIN HACER NADA”, sostuvo, Loizeau.
En ese sentido, admitió que “como buen emprendedor y boludo, confíe en el país”, y ahora tiene “deudas, créditos impositivos incobrables y juicios laborales”. Por tanto, explicó que, para recuperar el dinero, necesitaría “13 años de buena operación, si vuelvo a abrir y me va bien”.
“Lo que me llevó a escribir eso en Twitter no es tener el negocio cerrado, sino que el lunes a la noche me llamaron para salir en un radio de México y me preguntaron por qué le recomendaría invertir en el país a un emprendedor argentino y no lograba darle una respuesta clara al tipo. ¿Cómo le voy a decir hoy a alguien que invierta si yo traje US$200.0000 y me pregunto para qué lo hice?”, expresó a La Nación.
Sobre este último aspecto, destacó que el mismo razonamiento se puede aplicar a la búsqueda de inversiones en Argentina por parte de empresas extranjeras. “¿Cómo le podemos pedir a la gente que invierta en dólares si los mismos argentinos no hacemos negocio trayendo dinero? Si yo no hubiera invertido tendría un 300% más en pesos y eso no tiene que ver con la pandemia”, evaluó.
El “terrorífico futuro” económico para Tito Loizeau
En cuanto a las perspectivas de reapertura, el emprendedor indicó que el futuro se ve “de terror”. “Primero tendrían que abrir los shoppings de provincia que siguen cerrados, después los patios de comida y los cines. La expectativa no sé cuál es porque Axel Kicillof dijo que la temporada será sin teatros, con lo cual tampoco habría cines. Creemos que vamos a estar un año cerrados”, subrayó.
Incluso, explicó que, más allá de esa situación, su temor es que la gente “no vaya al cine cuando reabran o que haya restricciones al número de espectadores y comensales por las cuales no serviría reabrir, ya que, con la facturación, no podrías hacer frente a los costos”.
Sin embargo, Loizeau dijo que continuará impulsando el emprendedurismo, aunque admitió que a veces no se encuentran argumentos para convencer a otros “cuando la estás remando en dulce de leche”.
CFT/FF
