Matías Tombolini, conocido por muchos por su profesión de economista y consultor, con este gobierno asumió como vicepresidente del Banco Nación, entidad que asegura "crece en un contexto en el que el resto de los bancos no lo hacen" y explica parte de este éxito en los créditos que siguió desembolsado en tiempos de covid.
Entre otras cosas asegura que el Nación volcó a la economía 315 mil millones de pesos en el último año y dos meses, mientras atraviesa un "proceso de transformación digital acelerado para ser más ágiles". También destaca los logros de BNA+, la billetera virtual del Nación que pegó un salto en el último año y "hoy es una de las que más se bajan dentro de las aplicaciones financieras, compitiendo incluso con Mercado Pago", asegura.
Más allá del fuerte impacto del covid en la economía, y las nuevas restricciones que debió fijar el gobierno frente al avance de la segunda ola, Tombolini está convencido que lo que viene será mucho mejor. "Veo por delante un proceso de expansión único en 80 años, para los próximos 20 de la Argentina", aseguró en diálogo con Perfil. Y en ese contexto indicó que "al empresariado argentino hay que convencerlo para que venga a invertir. "Creo que hoy el empresario que no invierte en argentina se está perdiendo la oportunidad", vaticinó.
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Entre otras cosas, y si el ritmo de vacunación sigue como hasta ahora, no espera cambios de tendencia en cuanto volver a más restricciones. "Es de esperar que en la segunda quincena de agosto (en dos meses) se vea un despeje muy claro con el resultado de la vacunación", aseguró.
En una charla con Perfil analizó además la inflación a futuro, los sectores con mejores perspectivas de crecimiento y los desafíos que tiene por delante el Banco Nación, una entidad con más de 700 sucursales en la Argentina y cerca de 17.500 empleados.
¿Cómo afectó la segunda ola de pandemia a la Argentina?
La segunda ola afecta a los países en general y a la Argentina en particular en un doble registro. Por un lado la virulencia de la segunda ola que no estaba prevista. El ejercicio de elaboración presupuestaria no contemplaba justamente el conjunto de restricciones en los que Argentina tuvo que entrar para hacer frente a esta segunda ola. Si se compara toda la región mediante un "monitor de restricciones" (restriction index) se ve que básicamente que hoy Brasil tiene un índice de 51, Uruguay 64, Colombia 70, Argentina 78 y Chile 85.
Este índice que cursa Our World in Data va a de 0 a 100 y mide cierre de escuelas, cierre de lugares de trabajo, cierre de eventos, restricciones de reuniones, cierre de transportes públicos, campañas de la información entre otras variables. Desde fin de octubre pasado, Argentina está en un índice de restricciones de 79. En marzo llega a un valle inferior que se va a 70, y en ese momento el país tenía un índice parecido -sorprendentemente- al de Brasil. Ese nivel de restricciones es el que se previó en la región. Luego llega la segunda ola y Argentina reacciona elevando primero en 77, luego a 84 y ahora está en descenso. Esto obviamente ralentizó la velocidad de la recuperación de la economía local. Con lo cual el fundamento no se explica en la economía sino por un factor externo que es la segunda ola.
¿Había un cambio de tendencia en el primer trimestre, que la segunda ola frenó?
Hasta el 5 de mayo hay en argentina un nivel de restricciones comparable con el de febrero (índice de restricciones 77, y se mantuvo al 5 de mayo, salvo el tema escuela). Luego se vio un salto fuerte y con la actividad económica en mayo se verá un mayor impacto económico por el mayor nivel de restricciones que fue en dos velocidades: primero abril, subió un poco, luego mayo y ahora en junio desciende a niveles parecidos a los de abril. Eso no cambió no cambió el signo pero ralentizó la velocidad de la recuperación del producto.
En las condiciones actuales de la pandemia, con avances en la vacunación ¿se materializará una tendencia de crecimiento?
Argentina está dentro del lote de países de la región con una buena velocidad -en especial ahora- de vacunación. La velocidad promedio de vacunación al 20 de junio (nuevas dosis cada millón de habitantes promedio 7 días), es casi el doble de abril, con lo cual para adelante parece difícil pensar que haya que volver a niveles de restricción anteriores. Es de esperar que en la segunda quincena de agosto (en dos meses) Argentina vea un despeje muy claro con el resultado de la vacunación. También parece difícil que ahora cambie el signo; y la tendencia va a ser a mayor apertura -me parece a mi-, para fin de agosto o septiembre. Todo ese período hubo ralentización en el crecimiento en materia económica que creo que no va a cambiar la contundencia en la expansión de la economía este año que me parece que se va a consolidar fuertemente en el 22. Veo por delante un proceso de expansión único en 80 años para los próximos 20 de la Argentina. El país enfrenta una condición macro de escala global que va a favorecer una expansión muy sostenida.
¿En qué ve esa tendencia tan marcada?
Si se mira para atrás, en 92/94, 2002/04, incluso 2010/12, siempre hay un bienio en el comienzo de década que tiene muy buenos números para la Argentina. SI bien ahora tenés por delante el tema de la inflación y el salario real, la condición global le va a dar al país un dólar débil, commodities con muy buenos precios; monedas (yuan, dólar canadiense, euro, peso chileno) muy fortalecidas, que le van a dar mucha competitividad a nuestra moneda; además de China con una demanda de proteína animal novedosa y sostenida. Además, el país tiene un frente de vencimiento de deuda despejado para 3 o 4 años, y no se si eso no la pone en radar fuerte por una década. Estados Unidos va tener un dólar débil no por uno o dos años sino más bien 8 a 10, dado lo que está haciendo ahora con su programa fiscal.
¿Qué sectores tendrán buenas posibilidades en esta coyuntura?
Argentina tiene un poder fuerte de crecimiento con los agronegocios. El modelo de crecimiento es con el campo y no contra el campo. Hidrocarburos y minería también tienen una posibilidad de crecimiento importante; así como la industria del conocimiento. Nuestro país tiene muy buen capital humano, con un costo muy competitivo para que vengan a contratar mano de obra local. Alberto (Fernández) no retrajo mucho la competitividad de la moneda. Con Alberto el dólar subió 60,5% y la inflación acumulada fue 66%, no hay retraso enorme en el tipo de cambio, por eso no pierde competitividad el tipo de cambio real y multilateral. Como cuarto vector, veo el fuerte impulso para la segunda mitad del 2022 del nuevo modelo de negocios de turismo, un sector que aporta una proporción importante del producto nacional.
¿Cree que inflación va a ir bajando como dice el Ministerio de Economía?
No tengas dudas. Va a bajar por varios motivos. El Gobierno está haciendo cosas para que baje en cuatro aspectos:
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Tiene menor financiamiento monetario del déficit. Hay un déficit más chico producto de un ajuste que se da a la inversa que el gobierno anterior, por mayores ingresos de quienes más tienen y menores egresos sobre quienes más pueden, es decir más derechos de exportación, más bienes personales, más ganancias de grandes empresas, impuesto a la riqueza; menos ganancias para las personas físicas, menos impuesto a las ganancias a las pymes, etc.
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El tipo de cambio: con Macri el dólar aumentó 542%, casi el doble que los precios que lo hicieron 286% . Acá el tipo de cambio va un poco detrás de los precios
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Precios regulados (transportes, luz, gas, combustibles, etc). El año pasado los precios regulados subieron 14,5% y la inflación fue 36,1% y hoy, otra vez está esa voluntad. Si bien hasta mayo los regulados aumentaron 20,5%y la inflación 21,5%, eso será también un factor de retención respecto del promedio de los precios.
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Salarios. Paritarias que se negociaron muy moderadas a comienzos de año, que tienen que ser ajustadas con una inflación que luce por encima de lo presupuestado. No se puede permitir que se pierda otro año mas el salario contra los precios, y me parece que hay herramientas que van de cierto control de precios, con super cerca, hasta Ley de Góndola que proponen un juego de acuerdo de precios y salarios, al menos en alguna familia de productos.
En marzo estuvo el pico y me parece que a partir de allí tendremos un sendero de desinflación y creo que tendremos junio o julio empezando con 2 puntos la tasa de inflación.
¿Cómo ve al sector empresarial? ¿Están a tono con la situación?
Los empresarios siempre buscan maximizar su rentabilidad y en ese contexto el Estado debe ofrecer las herramientas para que eso suceda en una economía tranquila y no que estemos en una carrera de precios que, en definitiva, no le sirve a nadie. En ese marco, creo que al empresariado argentino hay que convencerlo para que venga a invertir. Hoy el que no invierte se está perdiendo la oportunidad. Hay empresarios que lo ven y otros que no. Los que lo ven van a tener la ventaja. Para mi, Argentina hoy es una excelente oportunidad.
¿Hay mucha política orientada a las elecciones?
La gestión no está negando las elecciones, porque las restricciones que se han impuesto se han pagado tomando todos los costos políticos que había que pagar. No veo mayor especulación, y si la veo en la oposición, a la que leo más sin rumbo porque no me queda claro que proponen. El panorama electoral siempre es un test, un ordenador de como la sociedad percibe de como el gobierno lleva adelante su carrera. Hay quejas y enojos, que los políticos tenemos que escuchar y tomar como insumo. Hay un registro de lo que se puede hacer mejor.
Hoy el desafío tiene que ser proteger la vida humana (vacunar) y recomponer el valor de compra del salario. Tenemos que evitar, de cualquier modo, que los sueldos sigan perdiendo con los precios. Tiene que ser este el año de recuperación del poder de compra del salario.
Un poco de actualidad del Banco Nación
Como vicepresidente del Banco Nación, Matías Tombolini expresa que la entidad “claramente cambió el rumbo”, frente a la conducción del gobierno anterior, sin embargo acepta que hay cosas para trabajar. “El Nación está en proceso de transformación digital acelerado para ser más ágiles”, aseguró a Perfil, y agregó: “Necesitamos ser más rápidos, pero hemos cambiado el rumbo, porque al llegar prestaba plata al 60% y ahora presta al 24%”, comentó.
"Estamos creando herramientas de promoción comercial como Tienda BNA, BNA+, los préstamos personales a jubilados o para trabajadores del sector público que presentan ventajas respecto al sector privado, que son en cuanto a tasas, plazo y condiciones, inigualables. Por eso el banco está creciendo en presencia en el mercado respecto de otros bancos y hemos retomado el protagonismo en la forma en que la entidad articula con las pymes del sector productivo", afirmó.
Cuando las empresas se quejan de que no hay créditos a tasas razonables, ¿qué opina?
Lo que hay es poca demanda de crédito por la inflación elevada, porque todavía no es tan claro el sendero de crecimiento y porque la incertidumbre sobre la economía retrae un poco la demanda de crédito, pero el Banco Nación colocó casi 315 mil millones de pesos en el último año y dos meses, con paquetes Covid por más de 70 mil millones de pesos a tasa 0, subsidiada.
A veces lo que se tiene es dificultad de parte del tomador del crédito respecto de la calificación y la Argentina viene de una recesión que arrancó en 2018 y eso impacta en los balances de las empresas.
¿Cómo evalúa el trabajo del Banco en pandemia?
El banco, salvo los primeros días que cerró, luego siempre estuvo con atención al público, con turnos y procesos que fueron digitalizándose para hacer más fácil la atención, tratando de privilegiar a jubilados y pensionados. Este es un banco que paga casi 2 millones de jubilaciones por mes. No sólo tenemos el fin de lucro, sino que cumplimos un rol social. Creo que el Banco pudo desplegar todas estas funciones combinando una cruza de la gran labor de los trabajadores y el avance en la digitalización, con mucho desarrollo propio, para no quedarse afuera, por eso BNA+ hoy es la billetera virtual que más se baja dentro de las aplicaciones financieras, compitiendo con Mercado Pago.