Esta semana se confirmó la caída del 2,6% de la actividad económica durante 2018 y la pérdida de 191 mil empleos. En el Gobierno, en tanto, insisten en que a partir del segundo trimestre empezará a revertirse el escenario. Y se ilusionan con algunos indicadores anticipados y rondas de consultas que hacen entre algunos comercios.
La mejora de las ventas al exterior es uno de los puntos que marcan en el oficialismo. Ayer se conoció el dato de la balanza comercial con Brasil, donde las exportaciones volvieron a crecer. Las compras a Brasil cayeron 41,5% pero las ventas crecieron 19,6%, por US$ 897 millones. Eso permitió alcanzar el tercer superávit consecutivo, esta vez por US$ 36 millones, según los datos del Ministerio de Industria y Comercio exterior brasileño.
Para el ministro Dante Sica “da la sensación de que se está empezando a ver el piso” de la recesión. Los datos anticipados de enero frente a diciembre de cemento y acero mostraron una suba que para el Gobierno es una señal de que comienza a reactivarse la construcción.
Se prevén más obras del sector privado. “Es un buen momento para la construcción privada. Los costos internos bajaron, y se construye en pesos pero el valor terminado es en dólares”, explicó el titular del Banco Nación, Javier González Fraga. A eso Sica suma que, con el traspaso de las obras de infraestructura a las provincias, se está generando una recuperación de la construcción desde el interior.
A eso suman la “recuperación del salario real” en los sectores protegidos por cláusulas de revisión. “Estamos a la puerta de las paritarias más fuertes para el consumo”, dijo Sica esta semana en el lanzamiento de créditos para pyme, lo que traerá una recuperación de los salarios y la demanda interna.
La tesis de que la recuperación llegará desde las provincias no es nueva. Para el Ejecutivo, el impulso se verá primero en el campo y en las economías regionales y derramará a los servicios conexos como los fertilizantes, combustibles y las pick-ups.
El turismo es uno de los sectores que hoy revirtieron su saldo negativo y generan ingresos. “En Ushuaia, en Bariloche, hay una realidad muy distinta”, aseguró González Fraga, que sumó también a productos como los olivares riojanos, que despegan posdevaluación.
“La industria se está adecuando al tamaño tradicional de los sectores”, señaló, a la vez que “las inversiones que se hacen en el sector son ahorradoras de mano de obra”, agregó el ministro sobre la caída del empleo fabril.