El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires determinó que, hasta el 30 de junio por lo menos, no habrá calificaciones numéricas para los alumnos tanto del sistema público como privado, en todos los niveles. Y que este ciclo lectivo tampoco tendrá evaluaciones de finalización de los estudios primarios (Fepba) y secundarios (Tesba) en todos los establecimientos, a raíz de la suspensión de clases presenciales impuesta ante la pandemia de coronavirus. La decisión, anunciada este miércoles 6 de mayo, se tomó para "priorizar el cuidado de las trayectorias educativas, que en este contexto particular demandan estrategias diversas y específicas orientadas a su seguimiento y continuidad", dijeron desde esa dependencia porteña.
"Decidimos hacer una valoración del proceso pedagógico que no pretende concluir en una evaluación final de este período sino que promueve una mirada integradora del recorrido de los estudiantes durante la suspensión de clases. También modificamos la agenda educativa y dejamos sin efecto las fechas de cierre de bimestre y trimestre. Y se establece un período de cuatrimestral que se extenderá hasta el 30 de junio, en el cual los docentes harán un informe descriptivo y narrativo de lo que sucedió durante estos cuatro meses", dijo el ministro en funciones y jefe de gabinete de esa cartera, Luis María Bullrich. "Esto se complementará al retomar la presencialidad con instancias que permitan rectificar o completar la valoración realizada y acreditar ahora sí con una nota en el momento oportuno, en la instancia del regreso", agregó.
Coronavirus: qué tipo de escuela está generando la pandemia
¿Cuál es el camino que siguen las otras 23 jurisdicciones educativas del país? Según relevó PERFIL, tanto la provincia de Buenos Aires como -al menos- Córdoba y Mendoza piensan seguir un camino similar. "En Buenos Aires vamos a seguir la misma línea que las otras jurisdicciones, que expresa a su vez los acuerdos que se van alcanzando en el Consejo Federal de Educación", adelantaron a este medio desde la secretaría provincial que lidera Agustina Vila. En tanto, en Córdoba, el ministerio liderado por Walter Grahovac declaró la semana pasada que en su provincia "no habrá calificaciones hasta que se retomen las clases presenciales. Haremos evaluaciones formativas", dijo. Su par mendocino, José Thomas, expresó que en esa jurisdicción la forma de acreditar saberes será similar.
Fuentes del Ministerio de Educación de la Nación aseguraron a este medio que "las jurisdicciones están viendo a través del Consejo Federal de Educación sacar una resolución conjunta, que sirva de hoja de ruta" a la hora de definir qué hacer.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, viene afirmando en distintas declaraciones que "la acreditación de saberes no es la prioridad" del Gobierno nacional frente a este panorama atípico y un ciclo lectivo que seguramente se extenderá más allá de este año. Ante este panorama, "la calificación no es ni el principio ni el fin de la evaluación y hay diversas maneras de reconocer y otorgar valor a lo que se realiza". "Nuevos paradigmas han abierto posibilidades de comprender a la evaluación desde nuevas perspectivas. En este marco es necesario reflexionar que en el impuesto contexto actual no estaríamos evaluando los aprendizajes de los y las estudiantes, sino las condiciones sociales, económicas y educativas de su entorno familiar frente al desafío de aprender desde su hogar", aseguró este miércoles el ministro.
Cuarentena: Ciudad de Buenos Aires anunció que suspende las calificaciones en las escuelas
"Recordemos que evaluar es, en primer lugar, un gesto antropológico. La angustia sobre el momento actual va transformándose en angustia sobre el día después: ¿cómo validaremos los aprendizajes? ¿Evaluaremos a nuestros niños, niñas y jóvenes? Estamos frente a una situación excepcional que nos interpela. En la práctica educativa siempre es necesario evaluar sistemáticamente acciones, aprendizajes, decisiones, alternativas, intervenciones. Quien educa, evalúa. Y lo hace siempre. También tengamos presente que evaluar ha sido un componente permanente de la praxis educativa y de las prácticas pedagógicas. El paradigma que asocia evaluación a calificación ha tenido una gran estabilidad y obtenido una cierta hegemonía, pero evaluar no es solo calificar", agregó Trotta.
"Todos estamos convencidos de la importancia de brindar una respuesta al trabajo realizado, considerando cada situación en particular y la diversidad de contextos. Para ello, se toman en cuenta las experiencias y buenas prácticas que se vienen implementando para lograr el acompañamiento, seguimiento y registro de las trayectorias", sumó.
Su par porteño sumó la importancia del rol de las familias en el acompañamiento del aprendizaje remoto: "También estamos convencidos que en este contexto las familias necesitan información para poder acompañar a sus hijos e hijas en este proceso. Esta información contribuye, así, a la motivación y al reconocimiento de quienes ayudan a los chicos en esa tarea", aseguró.
CFE / DS