Con el puntapié inicial de la Secretaría de Cooperación Educativa y Acciones Prioritaria del Ministerio de Educación de la Nación, y a través de un trabajo conjunto con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) se encuentra organizando una serie de "Diálogos sobre educación, escuela y conocimiento en tiempos de pandemia" con distintos especialistas. El objetivo: informar, poner en debate, comparar perspectivas, movilizar ideas y abordar distintas aristas de lo que está generando el Covid-19.
Los encuentros contarán con la participación de 40 actores relevantes de distintos países y también de la Argentina, entre funcionarios, rectores y ministros. Ya pasaron por el ciclo Francesco Tonucci, Boaventura de Sousa Santos, Adriana Puiggrós, Dora Barrancos y Graciela Frigerio, y próximamente conversarán y transmitirán sus experiencias y reflexiones David Edwards, Jurjo Torres, Miguel Ángel Estrella, Claudia Uribe, entre otros.
Sobre esta oportunidad de compartir miradas en momentos donde la pandemia representa una problemática común para las naciones en relación a las continuidades educativas, el rector de la UNIPE, Adrián Cannellotto, en diálogo con el Suplemento Educación, señaló: “La cooperación internacional ayuda mucho. Ya sea que la experiencia de otros países, que se encuentran en momentos más avanzados de la pandemia, se tome como punto de partida, como una opción o se lo descarte, en cualquier caso la comparación sirve. Se pueden sacar buenas ideas de eso, del mismo modo que sirvieron los errores de quienes enfrentaron primero la pandemia para evitar repetirlos, tal y como ocurrió con algunas de las decisiones que se tomaron en política sanitaria mirando la experiencia europea”.
“Sin desatender particularidades de la Argentina y la región latinoamericana -continúa el rector-, ahí también estamos ante la necesidad de elaborar consensos sobre temas estructurales que nos permitan construir una sociedad más justa en la que quepamos todos. Pensar e ir construyendo una idea de cómo seguimos es también un aporte importante para llevar tranquilidad, dar previsibilidad, ir constituyendo modos alternativos de organización de lo social, de lo económico, de lo político y, por supuesto, de lo educativo”.
¿El futuro y una nueva escuela?
Uno de los participantes de las charlas, Francesco Tonucci, destacó en los últimos días la necesidad de poner en la agenda a los niños, y de pensar en una nueva escuela para el presente y el futuro. En este sentido, Cannellotto expresó: “Pensar en una agenda que tenga el derecho a la educación como uno de los ejes supone poner en el centro a los niños y niñas. No podemos olvidarnos que son los más castigados por la desigualdad y por la crisis”.
A su vez, el rector de la UNIPE agregó una reflexión en relación a lo que dejará la experiencia actual: “Una de ellas es la posibilidad de aumentar la tarea presencial e irremplazable de los docentes y de las escuelas con las tecnologías. Una suerte de escuela aumentada. Una modalidad (de lo presencial con lo virtual) que permita complementar y potenciar la tarea pedagógica de los educadores. La formación docente deberá fortalecerse en esa misma línea, garantizando también el acceso de ellos a las tecnologías. Por lo tanto, el futuro inmediato será de mucho trabajo para evitar que se expandan aún más las desigualdades. Porque, como se dice habitualmente, las crisis también son oportunidades”.
El rol de los docentes
Cannellotto destacó tres etapas en lo que respecta a la labor docente por estos días. Una primera etapa donde las escuelas y docentes se movieron de acuerdo a las indicaciones oficiales y mantuvieron centralmente una estrategia de comunicación orientada a mantener el contacto. La segunda etapa llegó, en cambio, cuando ya resultaba más claro que el aislamiento había venido para quedarse. Entonces, el sostenimiento de la comunicación se complementó con una mayor carga de las tareas escolares y con diferentes acciones orientadas a repasar e integrar saberes. La actual y tercera etapa, por la que estamos transitando, parece orientarse a complejizar las intervenciones aunque todavía con una fuerte impronta en las tareas. Lo que empezó siendo un uso tímido y elemental de las plataformas tipo Zoom o Google Classroom se está extendiendo en algunos sectores sociales. Su incorporación así como la de algunas aulas virtuales parecen guiarse por la necesidad de encontrar usos más apropiadamente pedagógicos. En el continuo, el WhatsApp siguió siendo la aplicación de uso más generalizado.
Sin lugar a dudas, el rol del docente es central y su labor ha venido cambiando desde que quedaron suspendidas las clases presenciales. Investigadores de la UNIPE están avanzando en paralelo en profundizar el análisis respecto a cómo está impactando la virtualidad en la enseñanza y los aprendizajes. La universidad viene poniendo el foco en las aulas y en la formación de los docentes -que mayormente ya tienen una buena cantidad de años de ejercicio de la profesión-, con el fin de que puedan modificar sus prácticas pedagógicas, que tengan más y nuevas herramientas y conocimientos para enseñar de otra manera.