“Imagine un partido de fútbol con dos pelotas, 18 jugadores por equipo y goles que solo se pueden hacer con las manos. Desde que la pandemia arrasó con un sinfín de hábitos y actividades, este es el escenario que nos toca vivir. A partir de ahora, cada uno elige cómo seguir el juego”. Con esta metáfora futbolística inicia su nuevo libro “Reinventados. Los que se quedan quietos, pierden” el periodista y emprendedor -tal como el mismo se define-, Gonzalo Otalora.
Con la obra, el también productor de radio y televisión se propone inspirar, sacudir y motivar a todos aquellos que vean amenazado el presente y el futuro de su actividad económica. Busca, a su vez, brindar herramientas para subsistir con un negocio y -por qué no- progresar en tiempos de pandemia.
“Por cada nuevo problema, cambio de hábito, costumbre o restricción, hay una necesidad, y usted puede ser quien brinde esa solución. Hoy nace un nuevo modelo de negocio, el negocio antipandemia y, también, el empleo antipandemia, el conocimiento antipandemia, la educación antipandemia”, dice uno de los pasajes del libro.
“Reinventados…” está construido sobre experiencias concretas, como un manual escrito “en tiempo real”. En diálogo con el suplemento Educación, Otalora expresa que se trata de “un libro vivo que se reinventa mes a mes”, junto con la incertidumbre que prima en la vida cotidiana. Al ser editado en formato digital, podrá descargarse y actualizarse a través de MobileBook, la plataforma especialmente pensada para la lectura a través de teléfonos celulares.
-Hace 25 años te dedicas a contar historias desde el periodismo y la producción televisiva, y en este último tiempo sumaste buscar experiencias emprendedoras que puedan servir de inspiración. Con “Reinventados…” logras la síntesis de ambas: por un lado, inspirar, por otro, brindar una bajada concreta para afrontar la realidad actual. ¿Consideras que esto es así?
El libro reúne historias inspiradoras y consejos, técnicas y modelos para implementarse a partir de más de mil entrevistas a emprendedores y empresarios que hice durante los últimos tres años. Es una síntesis de los caminos, con una mezcla de consejos y tips, con el objetivo de que un emprendedor pueda reinventarse.
A modo de manual cuenta el paso a paso, preguntas que uno tiene que hacerse para ver si los problemas que tiene responden a la pandemia o corresponden a dificultades que viene heredando. Además, incluye una serie de preguntas que funcionan como autodiagnóstico que permiten saber en qué estadio se encuentra la empresa en virtud de la situación de la pandemia. También hay modelos de reinvención para que cada uno pueda tomar, copiar y adaptar según su propio negocio, e incluso vincularlos. Hay ideas de negocio muy claras para impulsar, cómo vender por internet, técnicas de comunicación, cómo marcar una diferencia a partir de una comunicación impactante con casos reales e ideas, y al mismo tiempo, un servicio memorable que permita destacarse de la competencia.
-Un libro de estas características es un vehículo para compartir determinados conocimientos y ponerlos a disposición de la comunidad. En este sentido, ¿consideras que siempre se está a tiempo de aprender a emprender o, en este contexto, de reinventarse?
Por supuesto, siempre hay que estar aprendiendo todo el tiempo. Hoy es un momento donde hay que saber equivocarse para emprender y también hacer para equivocarse. Vivimos en un momento donde tenemos que microfracasar todos los días y acelerar la curva de aprendizaje buscando mentores que nos ayuden en ese poder de reinvención. Un mundo que se está autodestruyendo y otro que está naciendo requiere de nuevos aprendizajes y habilidades, y el conocimiento es el camino más rápido para poder equivocarse lo menos posible.
-En el libro mencionas también la necesidad de adaptarse a las nuevas modalidades de trabajo. Se viene hablando sobre la nueva normalidad a la que vamos a tener que acostumbrarnos pospandemia. Aplicada al mundo emprendedor, ¿qué prácticas o hábitos que debieron ponerse en marcha con la cuarentena llegaron para quedarse?
Es difícil decir qué cambios llegaron para quedarse, pero si podemos decir cuáles son los hábitos que desaparecerán, o al menos por un tiempo, como todo aquello que sea vínculo humano a humano, y esto producirá que haya cambios, por ejemplo, en la atención al público. Estamos en un momento, que yo defino como de brutalismo de la pandemia, donde todo está haciéndose. Como si fuera que el ser humano descubrió el fuego y estamos aprendiendo los primeros usos de él. En este sentido, estamos en una situación muy incipiente que tiene como primera instancia el miedo a contagiarnos. El miedo al contagio es lo que atraviesa a todos los negocios, primero prevenir para no contagiar. Todos los modelos estarán primero sujetos a esa premisa: ¿lo que estoy haciendo puede poner en peligro a otra persona o a mí? A partir de ahí es que uno puede ponerse a pensar cuál es el futuro próximo de esa actividad. Lo que sí creo que llegó para quedarse es el trabajo a distancia, en la medida que uno tenga los elementos, aparecerán pequeños coworking cerca de los hogares, y muchos dejarán de trasladarse a las oficinas de antes, pero dependerá de encontrarse con jefes o líderes que se enfoquen en el desarrollo de talento por proyectos.