EDUCACIóN
Un punto de partida hacia la universalización

El sendero de la democratización

Hoy, frente a los derechos conquistados, es necesario seguir profundizando políticas orientadas a la inclusión y la calidad educativa para que la universalización en materia de educación sea efectiva para toda la población.

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En 2019, Argentina celebra 70 años del Decreto de gratuidad universitaria, un hecho histórico que transformó radicalmente el camino de la educación superior. | CEDOC.

Hace casi 70 años, un hecho trascendental cambió para siempre la historia del sistema universitario nacional: el Decreto 29.337 de supresión de aranceles a la enseñanza superior, establecido el 22 de noviembre de 1949 por Juan Domingo Perón. Para conmemorar este acontecimiento histórico, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) desarrollará diversas actividades a lo largo de todo 2019. Así lo anticipó recientemente durante el 81° plenario de rectores que se realizó en la provincia de Córdoba.

“El Estado debe prestar todo su apoyo a los jóvenes estudiantes que aspiren a contribuir al bienestar y prosperidad de la Nación, suprimiendo todo obstáculo que les impida o trabe el cumplimiento de tan notable como legítima vocación”, expresó el Decreto de gratuidad de 1949, para luego agregar que “una forma racional de propender al alcance de los fines expresados es el establecimiento de la enseñanza gratuita para todos los jóvenes que anhelen instruirse para el bien del país “. 

A partir de entonces, la educación superior dejó de ser un privilegio para pocos y se convirtió en un derecho universal. Como resultado, la matrícula estudiantil manifestó un aumento exponencial y se incorporaron sectores hasta entonces alejados del ámbito educativo universitario. 

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Si bien no llegó a implementarse, ya se había propuesto la gratuidad de la enseñanza superior durante el Primer Congreso Nacional de Estudiantes de 1918 desarrollado en el marco de la Reforma Universitaria. En aquella ocasión, los jóvenes de la gesta cordobesa exigieron, sobre todo, dejar atrás el espíritu elitista que caracterizaba a la educación superior y, a su vez, sentar las bases que se difundirían por toda Latinoamérica.

En el Manifiesto Liminar de la Federación Universitaria de Córdoba, los estudiantes reclamaron, entre los postulados principales, su participación en la vida universitaria, la autonomía, el cogobierno, la investigación científica, los concursos docentes, la docencia libre, la periodicidad de la cátedra y la extensión universitaria.

A pesar del espíritu democratizador de la Reforma, no fue posible avanzar en materia de gratuidad universitaria en aquella oportunidad. Hubo que esperar al Decreto de 1949 para que la educación superior se convierta en un derecho universal. Si la Reforma Universitaria inició el rumbo hacia la democratización de la enseñanza, el Decreto de gratuidad completó el camino del viejo anhelo reformista.

Hacia la universalización. La Reforma Universitaria de 1918 y el Decreto de gratuidad de 1949, junto con la creación de universidades públicas en cada una de las provincias argentinas, ampliaron las posibilidades y las alternativas de estudio a muchos sectores de la población. En la actualidad, el sistema universitario está integrado por 66 instituciones que se extienden por todo el territorio nacional: 47 universidades nacionales, 4 provinciales, 4 institutos universitarios nacionales y 1 provincial.

Sin embargo, el derecho a la educación superior no se agota en la gratuidad del sistema universitario ni en la expansión de nuevas alternativas de estudio, sino que también requiere de otras políticas para que se vuelva efectivo, como aquellas que aseguran las condiciones sociales y económicas para que todos puedan estudiar.

Por tal motivo, se torna necesario profundizar las estrategias de inclusión y calidad dado que la educación superior es la herramienta fundamental para la transformación social y el desarrollo del país, tal como lo estableció en su momento el Decreto de gratuidad de 1949 al expresar que “el engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcance cada uno de los miembros que lo componen”.

Un punto de partida. El Consejo Interuniversitario Nacional ya lanzó su agenda de actividades que se llevarán a cabo durante todo el año con motivo de la conmemoración. Al respecto, el saliente presidente del CIN y rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Hugo Juri, expresó: “La gratuidad no alcanza, la universidad tiene que estar donde está la gente. Desde el CIN nos proponemos buscar maneras de llegar a todos los ciudadanos argentinos”.

Con este espíritu, signado por la memoria, el legado y los desafíos del presente y el futuro, el sistema universitario argentino cuenta con la ventaja de tener en la gratuidad no un punto de llegada, sino más bien un punto de partida para continuar avanzando en el sendero de la democratización, que implica el desarrollo de un modelo de universidad para el siglo XXI al servicio del desarrollo del país, con cada vez más graduados y que, día a día, genere más y mejores oportunidades para todos los argentinos.

 

EN PRIMERA PERSONA

Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación (MECCyT):

“Hace cien años abrimos las puertas de la universidad a la primera generación de los hijos de inmigrantes que se educaron gracias a la Ley 1420. Ese ejemplo debemos retomarlo hoy e intentar dar un paso más adelante para lograr el crecimiento que perseguimos. En un trabajo conjunto con todas las universidades del país, tenemos que afrontar un gran desafío: hoy, de cada 100 chicos de bajos recursos que ingresan al sistema educativo argentino, solo uno se gradúa. Buscamos que el acceso y el egreso sean para todos.

Hoy sabemos que la gratuidad universitaria es necesaria pero no suficiente para conseguir una ampliación de los sectores que acceden a la universidad, y actuamos en ese sentido. Por eso, tenemos que ser muy responsables en cuanto a la oferta de formación superior. Tenemos que pensar en la Argentina de los próximos cien años, preparada para el mundo del trabajo, con profesiones nuevas que surgen a cada momento y sectores productivos en crecimiento.

Trabajamos en la articulación territorial entre la oferta académica y la demanda del sistema productivo, para determinar los perfiles profesionales y los campos que necesitan más egresados en cada región. Además, contamos con una línea de becas que fomenta la formación en estas áreas estratégicas para el país. Creemos en un sistema universitario donde nuestros estudiantes puedan diseñar su propio camino a la graduación, por tal motivo promovemos estructuras académicas e institucionales más elásticas y con capacidad de adaptación permanente a los cambios que se producen en nuestra sociedad. Cada estudiante debe tener la posibilidad de desarrollar su trayectoria formativa de acuerdo a sus intereses y sus tiempos, seleccionando materias y facultades que se acerquen al tipo de carrera que desea armar, fomentando la movilidad”

 

Jaime Perczyk, rector de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN):

“La decisión de desarancelar los estudios universitarios, que comúnmente se conoce como gratuidad pero que es mucho más profundo que ello, es una decisión de transformar el sistema universitario argentino permitiendo el ingreso a la universidad de sectores sociales que estaban históricamente afuera y que en otros países aún hoy lo siguen estando. Con esta decisión, la estructura constitutiva del sector más dinámico que tiene la universidad argentina cambia: el de los estudiantes.

La democratización, la autonomía, la libertad de cátedra, el cogobierno, la gratuidad y la creación de nuevas universidades configuran este sistema universitario masivo, democrático y federal que hoy conocemos.

Por otro lado, no recordamos la gratuidad universitaria como una cuestión nostálgica porque la mejor forma de defender la universidad pública y no arancelada es transformándola.”

 

Daniel Ricci, secretario general de la Federación de Docentes de la Universidades (FEDUN):

“A inicios del siglo XX cambia el paradigma sobre el rol que debe ocupar la universidad en la sociedad. La Reforma de 1918 marca un punto de inflexión en la historia de la universidad pública argentina. Con el espíritu democratizador y modernizador impulsado desde Córdoba, se termina con el oscurantismo y los sectores medios acceden a las universidades argentinas. Pero para los trabajadores ese acceso recién será posible con el decreto 29337/49 de Juan Domingo Perón, que estipuló la gratuidad de la enseñanza universitaria.

Nuestro sistema universitario se constituyó como gratuito, autónomo, cogobernado, inclusivo y con un nivel de excelencia que lo referencia a nivel internacional y lo transforma en faro en Latinoamérica.

Nadie puede negar que la universidad genera un ascenso social, individual, y también colectivo, que redunda en beneficios hacia toda la sociedad. Defender este modelo universitario, y seguir ampliando el ingreso y la permanencia de los estudiantes de los sectores de menos recursos, es tarea de quienes nos sentimos orgullos de él, y de quienes somos conscientes de la importancia de su función irremplazable en el desarrollo de la nación.”

 

Alberto Barbieri, rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

“La gratuidad universitaria nos conecta con lo mejor de nuestra tradición como sociedad, en la que sobresalen valores fundamentales como la integración, la inclusión, la igualdad y la movilidad social ascendente. 

Vengo de una familia de clase trabajadora y en ella fui el primer universitario. El mío no es un caso aislado. Es más bien representativo de la potencia que ha tenido la educación gratuita a lo largo de nuestra historia como forjador de una nación que se destacó siempre por su nutrida clase media.

En la actualidad, vivimos en una sociedad desigual y con altos niveles de pobreza y exclusión. En este adverso contexto, la gratuidad universitaria confiere a nuestro sistema educativo una impronta reparadora e inclusiva, mostrando el camino a seguir para concretar la aspiración de una sociedad más justa e igualitaria.”

 

Jorge Anró, Secretario General de APUBA

“A 70 años de la promulgación, por parte del gobierno de Juan Domingo Perón, de la Gratuidad Universitaria en todo el país, es importante recordar que los fundamentos de aquella histórica medida (deliberadamente ignorada por los manuales escolares y la historiografía oficial) eran posibilitar y permitir que los hijos/as de los obreros/as argentinos/as pudieran acceder a la Universidad. Ese objetivo de movilidad social, que hoy está muy lejos de lograrse pese a esa inalienable conquista, es el que debe guiar nuestros pasos, como trabajadores/as y como militantes de una sociedad que otorgue igualdad de oportunidades a todas y a todos los ciudadanos”.

 

Rodolfo Tecchi, rector de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU)

“Algunas características del sistema universitario público argentino siempre son un punto de admiración cuando uno visita otros países: el cogobierno y la gratuidad de los estudios universitarios establecida en 1949, que permitió que gran cantidad de jóvenes provenientes de hogares humildes pudieran convertirse en profesionales universitarios. Estos jóvenes tenían un concepto claro de la importancia de la clase trabajadora y de la justicia social, justamente por el origen de los hogares de los cuales provenían.

En la actualidad, la gratuidad y la expansión del sistema universitario público en Argentina a zonas del conurbano bonaerense y del interior del país, permiten un mayor acceso a los jóvenes, muchos de los cuales son primeros estudiantes universitarios en sus familias. De este modo, la gratuidad universitaria ha provocado un enorme impacto en estos 70 años, ha garantizado el acceso de los sectores con menores recursos a los estudios en la universidad pública argentina.”