Cuando se creó el Country Club Cumelén, uno de los atractivos era la discreción que ofrecía. La llegada de Macri a veranear allí, lo puso en el foco de atención cada enero como si fuera el centro neurálgico de Villa La Angostura. Ahora, vuelve a ser centro y no por el pintoresco álbum patagónico que ofrece Juliana Awada liberada por un mes de la huerta de Acassuso. Sino por un tipo de hecho social que define estos tiempos pandémicos: una fiesta clandestina.
Alertados por el alto volumen de la música pasada la medianoche, vecinos del country Cumelén llamaron a la policía y finalmente la cuestión terminó como legajo numerado en una fiscalía. En una de las casas del mencionado country se celebraba un cumpleaños y determinaron que había más de las 10 personas permitidas en reuniones sociales. Y a su vez estaban también fuera del horario de circulación permitido. En Villa La Angostura es hasta la medianoche.
Un verano atípico para los famosos habitués de Punta del Este.
Además, como parte de la investigación, se pidieron informes de los titulares de los nueve vehículos que estaban estacionados en la propiedad donde se realizaba el festejo. Y a la administración de Cumelén se pidió el registro de los ingresos y los egresos al predio con identificación y a qué vivienda se dirigían los respectivos visitantes. El propietario de la casa estaba celebrando sus 50 años y, según informó Diario Andino, le dijo a la policía que no daría por terminada la fiesta pero que sí bajaría el volumen de la música. Además consignó el medio mencionada que la “multa” para el habitante de country Cumelén sería una donación a la cooperadora del Hospital Oscar Arraiz, de Villa La Angostura.
El personaje en cuestión es un empresario conocido en la zona y en diciembre último estuvo involucrado en uno de los dos casos que en La Angostura bautizaron como “usurpación VIP”. Hechos que también se dieron en el country Cumelén y que tuvieron escenas de película: topadora derribando una casa en construcción sobre un lote en conflicto; y una vecina usó su camioneta para embestir de otro vecino porque según la primera, el segundo estaba construyendo sobre un lote que no le pertenecía.
La policía ingresó a Cumelén por denuncias de vecinos alertados por el volumen de la música.
Consultados por PERFIL a profesionales de Villa La Angostura, los casos de “usurpación VIP” en la Patagonia tienen una característica común: boleto de compra-venta truchos, sucesiones dudosas, y también aplicando un tecnicismo legal. A diferencia de otro tipo de tomas, las “usurpaciones VIP” se terminan “resolviendo” en la Justicia y pasan al acervo de las historias de lugareños. Sus protagonistas tienen forma de evitar que sus nombres se hagan públicos.
