Después de hacer un posado fotográfico en familia en el palacio de La Haya, Máxima y su marido viajaron a Estados Unidos para una visita oficial en una comitiva que incluyó a ministros de infraestructuras y gestión del Agua, de comercio exterior y cooperación, de asuntos económicos, comunicación y desarrollo sostenible de Aruba (ex colonia de Países Bajos) de turismo y salud pública, y de desarrollo económico de Curazao, que como Aruba es otra de las islas del “Caribe holandés”. Queda claro que mientras las fotos se centran en Máxima, bajo su halo, los funcionarios llevan respectivas misiones comerciales o bilaterales.
¿Dónde estuvo la madre de Máxima con bajo perfil?
En la Bolsa. En el caso de María del Carmen Cerruti Carricart –o simplemente “la madre de Máxima”–, su agenda es más acotada, y de un perfil tan discreto que pasó desapercibida en el encuentro anual que la Asociación Conciencia organizó esta vez en la Bolsa de Comercio porteña. Ella no pertenece a esa entidad, pero una de sus mejores amigas fue presidenta de la misma y sus hijas tomaron la posta. En otro momento, la madre de Máxima hubiera provocado cierto impacto mediático en un espacio como este, pero de este lado del Atlántico, la figura de la hoy reina de Países Bajos adquirió cierta normalidad y María del Carmen, por lo que se vio, está mejor así. La saludan quienes la conocen y luego, a conversar con las amigas.
El día que Máxima vino en secreto al país siendo ya reina.
Con políticos. Además, este cóctel de Conciencia se dio en una semana agitada y en la jornada previa a la votación en el Senado de la ley Bases. Y en la Bolsa de Comercio aparecieron Guillermo Francos, Mariano Cúneo Libarona, Daniel Scioli, Manuel Adorni y Carlos Torrendell, que concentraron la atención de los medios y aunque breve, respondieron preguntas. No así el otro aliado de Milei, es decir, Mauricio Macri. Llegó solo, se desentendió de los periodistas con la típica gestualidad de quien no tiene ganas de hablar ante micrófono y cámaras. Sí, como el resto escuchó la propuesta que Asociación Conciencia propuso este 2024 y fue la apuesta a un “pacto educativo” para que la secundaria completa sea la norma e, indirectamente, desalentar a quienes plantean que “es mejor que el hijo trabaje en el campo con su padre”.