Dentro de pocos días se cumplirán 25 años del peor atentado terrorista perpetrado en el país. El jueves 18, frente a la AMIA, en Pasteur 633, nos volveremos a encontrar para seguir reclamando Justicia y rendir homenaje a las 85 víctimas fatales, a los más de 300 heridos y a todos los sobrevivientes de la masacre.
El acto que comenzará a las 9:53, hora exacta de la explosión de la bomba, y el que se ha mantenido vigente gracias al acompañamiento de la sociedad y al esfuerzo de la institución por mantener viva la memoria a través de diferentes acciones, será otra manifestación cabal de que el olvido no ganó la batalla.
A pesar del paso del tiempo, seguimos recordando, seguimos pidiendo Justicia, seguimos denunciando la impunidad. El reclamo sigue firme como el primer día. También sigue inmutable el dolor de una herida que no ha cerrado, que se mantiene abierta porque los responsables intelectuales y materiales del ataque no han pagado las consecuencias por la atrocidad que cometieron.
Desde 1994 sabemos que el atentado fue perpetrado mediante un coche-bomba, y que la República Islámica de Irán, sus diplomáticos y la organización terrorista Hezbollah fueron los responsables, y que contaron con la colaboración de una conexión local, de la cual Carlos Telleldín formó parte, y por lo que hoy está siendo nuevamente juzgado.
En reiteradas oportunidades, la Justicia argentina demostró estos hechos. Por lo tanto, se debe seguir exigiendo la colaboración de Irán para que brinde respuesta a los requerimientos judiciales cursados, a lo largo de todo este tiempo.
Internacionalizar el reclamo sirve para mantener la causa viva. Estamos convencidos de que es imperioso que todas las naciones democráticas se unan para combatir el avance del terrorismo.
Hoy Irán es una amenaza global. Cuando el terrorismo internacional atacó por segunda vez en Buenos Aires, el 18 de julio de 1994, después del ataque a la Embajada de Israel en la Argentina, el mundo todavía sentía lejanas aquellas imágenes del horror. Desgraciadamente, muchas ciudades sufrieron luego el flagelo de un fanatismo que sigue sumando víctimas inocentes.
Debemos redoblar los esfuerzos para lograr que la investigación llegue hasta las últimas consecuencias, y para encontrar los mecanismos para que los acusados comparezcan ante los estrados argentinos. Las notificaciones rojas de Interpol contra los acusados iraníes siguen vigentes y han sido renovadas una y otra vez, a pesar de los esfuerzos de Irán para dejarlas sin efecto.
Es sabido que varios de los acusados siguen saliendo de Irán y viajando a países que les dan cobijo y les permiten eludir las órdenes de arresto. Son acusados de haber cometido un crimen de lesa humanidad, por lo tanto es un crimen imprescriptible. Los poderes del Estado deben realizar todos los esfuerzos para lograr que sean juzgados, condenados para que cumplan su pena.
Pasaron 25 años. Es hora de que la impunidad deje de ser sinónimo de la causa AMIA. Mientras tanto, es nuestro deber y compromiso seguir con el reclamo en alto. Esperamos a todos a que nos acompañen este jueves para rendir homenaje a los asesinados cobardemente en este ataque y para hacer oír más fuerte nuestro reclamo.
*Presidente en ejercicio de la AMIA.