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Nombres y casos resonantes

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Ricardo Molinas. Fue titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas entre 1984 y 1991 hasta que fue destituido por el entonces presidente Carlos Saúl Menem por investigar casos de corrupción de su gobierno. Activo militante del Partido Demócrata Progresista de Santa Fe igual que su padre, Luciano Molinas. Cuando Menem lo destituyó, declaró: “El (por Menem) es la muñeca inflable de los Estados Unidos”. Murió en 2006.

Luis Moreno Ocampo. Hasta hace poco fue Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional de La Haya, hoy dicta cursos en Harvard y Yale y trabaja en un estudio de abogados en Nueva York, pero en los ochenta fue el Fiscal Adjunto ante la Cámara Federal de Apelaciones en lo Penal que llevó a cabo el juicio a las juntas. También dirigió la acusación contra los líderes de los amotinamientos carapintada y fue acusador de los militares por la Guerra de Malvinas.
Julio Strassera. Fue el fiscal acusador del juicio público a las juntas militares durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Strassera cerró su histórico alegato con una frase histórica: “Señores jueces, quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: nunca más”.

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Norberto Quantín. Hoy está jubilado. Pero fue un fiscal de destacada trayectoria. Pertenecía al grupo de investigadores “Los centauros”, donde también estaban Pablo Lanusse, Ana Yacobucci y José María Campagnoli, entre otros.
Quantín tuvo a su cargo causas de alto impacto mediático, entre ellas: el “Caso Cabello”, los asesinatos de los piqueteros Kosteki y Santillán, la causa por enriquecimiento ilícito contra el ex concejal José Manuel Pico y la investigación por los “remedios truchos”