Hay cosas que una da por sentadas en la vida: que el café de la mañana te despierta, que siempre hay alguien que deja la luz prendida en el baño, y que tus electrodomésticos van a seguir funcionando como el primer día. Pero no: todo aparato tiene su fecha de vencimiento, y si no lo cambiás a tiempo, podés terminar con un cortocircuito, una fuga de gas o una pila de ropa sucia que se te viene encima.
Así que, aprovechando las ofertas de temporada, esta es una mini guía para saber cuándo decirle "gracias por todo" a esos fieles compañeros del hogar.
Lavadora o lavarropas
¿Cada cuánto se cambia una lavadora? En promedio, cada 8 a 12 años, aunque depende de cuánto la uses, del mantenimiento que le hagas y de la marca. Si la ropa empieza a salir con olor raro, si hace ruidos tipo tractor viejo o si directamente no arranca, es hora de buscar una nueva.
Y ojo, que más allá del confort, un lavarropas en mal estado puede representar un riesgo eléctrico o generar filtraciones de agua. No es solo una cuestión de comodidad, sino de seguridad en casa.
Si estás pensando en renovar, este es un buen momento para mirar las promociones de lavadoras en tiendas online. Algunas vienen con funciones de autolimpieza, ahorro energético y hasta apps para manejarlas desde el celu. Estamos en el futuro, gente.
Heladera refrigeradora
Sí, le decimos heladera, pero si estamos hablando de oportunidades de compra, vale la pena ver opciones bajo el nombre técnico también. Una refrigeradora tiene una vida útil estimada de entre 10 y 15 años. Claro que algunas sobreviven a mudanzas, apagones y sobrinos pegándoles imanes... pero no para siempre.
¿Se corta mucho la luz? ¿Tenés alimentos que se echan a perder más rápido? ¿Hace ruido como si estuviera peleando con un oso polar? Hora de pensar en el reemplazo.
Las nuevas vienen con control de temperatura digital, espacios módulos, bajo consumo y hasta dispensador de agua. Y lo mejor: muchas tiendas están ofreciendo cuotas sin interés y descuentos por comprar online.
La más elemental: la cocina
Acá hablamos de la que tiene hornallas, horno y (si hay suerte) encendido eléctrico. Si tu cocina tiene más de 15 años, ya está en zona de riesgo. Las fugas de gas, los encendidos fallidos o el desgaste de los materiales no solo afectan la cocción: pueden ser peligrosos.
Una buena cocina nueva no sólo cocina mejor, también ahorra gas y es más fácil de limpiar. Las de acero inoxidable, por ejemplo, duran más y se ven re lindas en cualquier cocina.
Se puede aprovechar las fechas de descuentos para conseguir combos o liquidaciones. A veces renovar la cocina puede salir menos de lo que cuesta arreglarla tres veces.
No esperar al “plop”, anticipar el cambio
No hace falta que el aparato se rompa para decidir cambiarlo. Muchas veces, una renovación a tiempo ahorra dolores de cabeza, gastos innecesarios y hasta situaciones de riesgo. Y si encima lo hacés en temporada de ofertas, ganás por todos lados. En resumen: escuchá a tus electrodomésticos. Cuando empiezan a quejarse, no te hagás el sordo. Renovar es cuidar la casa y tu tranquilidad.
