El Municipio de San Isidro avanza con la reconstrucción total de la Plaza Mitre en el casco histórico. Actualmente, las tareas de restauración se concentran en los monumentos de Bartolomé Mitre y Adrián Beccar Varela; la recuperación de los ladrillos originales de fines del siglo XIX y el reloj floral, entre otros trabajos.
La propuesta prevé recuperar todos los componentes originales que dan a la Plaza una identidad para los vecinos de las distintas localidades de San Isidro: su arbolado, sus monumentos conmemorativos y ornamentales, el reloj floral, las balaustradas y escaleras, los bancos antiguos, el bebedero, las farolas y el solado de ladrillos fabricados en San Isidro. La investigación de fotografías históricas que realizó el Museo Beccar Varela permitió identificar cortes “de época”, ya que la plaza original fue transformándose a lo largo de los años, y se tomó partido por el período 1930 a 1950 como referencia para su recuperación.
Para la tarea de limpieza de los monumentos se utiliza un mineral especial y se contrató a una empresa especializada en el tema que ha trabajado en los monumentos del Congreso de la Nación. “Son tareas complejas que no pueden tener margen de error y que respetan el expediente que el Municipio presentó ante la Comisión Nacional de Monumentos Históricos de la Argentina”, explicó el subsecretario de Espacio Público, Leandro Martin.
Otra de las acciones en la plaza para recuperar el esplendor y recrear su ambiente con sus elementos históricos y auténticos, es la restauración y reutilización de los ladrillos con más de 100 años que llevan grabados el nombre de la ciudad. “Son de muy buena calidad y podremos volver a usar muchos de ellos porque se conservan en buenas condiciones”, agregó el funcionario.
Uno de los hitos más importantes que se considera en esta puesta en valor es el reloj central. En estos momentos se está trabajando en la máquina del reloj floral, ícono de la plaza.
Previamente, el Municipio realizó tareas de mantenimiento (raleo y recorte de raíces) en las más de 72 especies de árboles que hay en la plaza; además del retiro de rejas perimetrales de cada uno de los senderos.
“Este tipo de trabajos lo hacemos con mucha responsabilidad, porque no se trata de una remodelación, sino de una restauración y eso lleva tiempo para minimizar cualquier margen de error. La obra viene a un buen ritmo”, explicó Leandro Martin.
Los monumentos
Todos los pueblos tienen sus monumentos y todos los monumentos tienen su propia historia. La directora del museo Beccar Varela, Marcela Fugardo, contó algunas particularidades: “Mitre (1821-1906) fue el segundo monumento levantado en San Isidro en el centenario de la ciudad, cuando aún la plaza no llevaba su nombre. Justamente es a partir de esta escultura (obra del italiano Giuseppe Arduino) que la plaza tomó el nombre de Mitre (político, militar, historiador, escritor, periodista)”.
En cuanto al busto de Beccar Varela (1880.1929) “el objetivo fue homenajear a una figura nativa de San Isidro que durante su vida como intendente se esforzó en el adelanto del pueblo”, contó Fugardo. La obra del escultor local Mario Baldi fue colocada justo frente a la casa natal de Beccar Varela en calle Ituzaingó. El busto fue inaugurado un 15 de mayo durante las fiestas patronales del año 1934.
La Plaza Mitre integra el solar declarado como Lugar Histórico Nacional por decreto del Poder Ejecutivo (PEN No 9225). El proyecto de reconstrucción recibió la conformidad de la Comisión Nacional de Monumentos, y fue fruto de un trabajo conjunto de las áreas de Planeamiento Urbano, Museo, Biblioteca y Archivo Histórico de San Isidro “Dr. Horacio Beccar Varela” y Espacio Público.