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La industria del porno busca exhibir su deconstrucción feminista

Los contenidos se reorientan hacia "el goce de la mujer" y el rechazo a la violencia de género y la explotación sexual. Promueven un debate sanitario y educativo dentro de la ley.

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Erika Lust, sentada, supervisa una escena junto a su equipo. Fuente: https://erikalust.com/ | Erika Lust

Pocos lo saben, pero en la industria de la pornografía existe una corriente denominada “ética” o “feminista”. Este tipo de producciones basan su contenido en la satisfacción de la mujer y en que la búsqueda del goce no esté orientada únicamente a los hombres, sino que involucren en igualdad de condiciones a todas las personas que participan de tal o cual escena de sexo.

Erika Lust (43) es una escritora y directora independiente de cine para adultos. Nació en Suecia. Se reivindica feminista. Sus producciones se apoyan en una narrativa, los personajes habitan un contexto y las escenas de sexo real se dan entre una amplia heterogeneidad de estados físicos, escapando de la belleza hegemónica representada por hombres musculosos con miembros gigantes y mujeres rubias con pechos exuberantes. En la apertura de su charla TED titulada “Es momento de cambiar el porno”, sentencia Erika: "Imaginen una escena porno. ¿Qué vemos? Una mujer rubia con un vestido pegado al cuerpo, labios rojos y pechos grandes como una sandía. Un pene, el pene del tamaño de un semental entre los labios apretados de la exuberante blonda. Ella se lo está chupando. Pero… ¿Por qué? Porque este ‘buen tipo’ fue a su rescate cuando a ella se le rompió el auto en medio de la ruta. Luego de la ‘chupada de agradecimiento’, él acaba en su cara y ella sonríe falsamente de placer. Eso es el porno hoy. Y es momento de cambiarlo".

La escritora y guionista de las principales señales eróticas y pornográficas de Argentina, Maru Leonhard, relata a PERFIL que “la deconstrucción machista en las grandes marcas de la industria es incipiente, si bien estos últimos años hay una vuelta de tuerca y las grandes productoras contratan a directoras feministas como Erika Lust, los años 90 permanecen en el imaginario sexual. Todavía hay contenidos machistas y con una marcada violencia de género que se siguen impulsando y consumiendo”.

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La escritora y guionista Maru Leonhard.

 

Lorena Mexy fue una de las actrices más reconocidas y convocadas de la industria porno en la Argentina durante más de una década, de la mano del director y guionista Víctor Maytland. Hoy, alejada del calor de los sets y abocada a la producción de videos para la banda de punk rock  “Mal Momento”, cuenta que tiene en sus planes dirigir cine XXX el año próximo y sentencia: “Quiero apostar a una industria aún más feminista”. "Quiero representar la fortaleza de la mujer desde el punto de vista estético, es decir, no siempre tienen que ser actrices, divinas, rubias y altas como lo fueron durante los 90’s y el arranque de este siglo. Apuesto al porno feminista, donde hay que aceptar el cuerpo de la mujer tal como es. Parte de ese cambio se produce imponiéndolo, mostrándolo. Basta de rechazo a los cuerpos normales", explica.

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Lorena Mexy - Fuente: Lorena Mexy
 

Para la artista, la industria tal como la conocemos ya no existe por la gran cantidad de contenidos amateur que se producen en las redes. Si bien afirma que ella siempre fue libre a la hora de elegir qué hacer o dejar de hacer, reconoce que la “mujer débil y sometida” sigue siendo la tendencia: "Todavía hay muchos contenidos así y eso es porque se los consume. No todo es porque sí en la industria, hay una decisión de seguir haciéndolos. Por mi parte, yo también fortalecería los contenidos lésbicos, porque hay un gran público ahí que genera mucho dinero."    

Desde la asociación “Sexólogas y Psicólogas de Argentina/SEXA”, donde se trabaja la especialidad desde una perspectiva de género, las sexólogas Carla Galiano y Natalia Maldonado aportan su visión con respecto a la relación entre el consumo de pornografía y el avance del feminismo.

-¿Cuál es su visión sobre la industria porno actual?

Carla Galiano: Primero plantearnos desde qué lado vamos a tomar posición. ¿El sexo es un producto de consumo? ¿Sí o no? ¿Y eso es “bueno” o es “malo”? Si miramos a gran escala, sabemos que la industria del sexo mueve millones, la demanda es altísima, no sólo con el porno sino en todo lo relacionado al sexo. El sexo vende, en todas sus formas. Quisiera tener una mirada neutral, pero no dejo de pensar en las personas que se involucran por necesidad económica y no tanto por voluntad propia, dejando de lado las cuestiones ilegales y temas de controversia que incluyen una mirada más sociopolítica. Hay que ser realistas: el porno existe y seguirá existiendo. En base a esto y asumiendo que el porno muchas veces es la primera fuente de educación sexual que se consume, más a niveles prácticos y no sólo por parte de los jóvenes sino de todos los rangos etarios, sería ideal crear un porno donde haya buenas condiciones laborales, derechos y políticas de Estado que permitan mantener a estas empresas/empleadores y empleados a flote sin que se convierta en una maquinaria de explotación sexual. Incluyendo además guiones con perspectiva de género, diversidad de cuerpos, diversidad sexual, diversidad funcional y demás. Guiones que contengan escenas consensuadas y consentidas, que respeten a los cuerpos, a la salud y a la integridad de esas personas que literalmente están trabajando con su cuerpo. Hoy existen miles de formas de vender contenido erótico/porno “premium” y cada vez son más las personas que ni necesitan de una productora, por eso sería interesante debatir sobre leyes que protejan y no tanto que restrinjan.

Natalia Maldonado: Considero que el porno está en transformación con la inclusión de nuevas directoras y cineastas con una mirada feminista, generando un cambio a partir de los que se ve en el cine porno de que no esté solamente abocado a satisfacer el placer de las masculinidades o, mejor dicho, de personas con pene. Estamos en una transición que incluye el deseo y el disfrute femenino, es decir, que empieza a darle importancia de igual manera a las personas con vulva. Por otro lado, es cierto que la pornografía también cubre un rol educativo, si se quiere, en lo que concierna la sexualidad, puesto que a fines prácticos las personas jóvenes aprenden muchísimo a partir del consumo del porno. A partir de esto, se posibilitan nuevas maneras de practicar y entender el intercambio sexual. 

-Pero los contenidos machistas y la violencia de género siguen mandando en el porno…

CG: Creo que ahora, gracias a la virtualidad, el anonimato y la velocidad con la que se puede crear este tipo de contenido no sólo siguen preponderando el machismo y la violencia de género, sino que muchas veces además se los disfraza de una supuesta “libertad de expresión” imaginaria, donde la oferta y la demanda se han ampliado a actos/escenas que antes no hubiéramos visto jamás. Por eso resalto lo del debate sobre leyes que protejan a las personas involucradas en esta industria. Al fin y al cabo, también podría tratarse de una cuestión de salud pública, porque el sexo también es una forma de comunicar. Si el porno se sigue basando en modelos antiguos estamos poniendo en riesgo la salud física, mental y emocional de los propios consumidores.

-Según su experiencia, ¿aumentó el consumo del “porno femenino”?

NM: Hay más mujeres que consumen porno. Algo del tabú se empieza a correr, como sucede con la masturbación femenina o de las personas con vulva. Nos empezamos a correr de ese lugar solapado donde sólo se naturalizó el placer masculino. Se está tejiendo una conciencia social en cuanto a que tenemos un órgano destinado al placer, el clítoris, y hacer contacto con esa parte del cuerpo es también contactar con las fantasías, con el disfrute. Ese camino de igualdad  en el disfrute es lo que nos va a llevar a tratarnos de un mejor modo, a construir vínculos más sanos y a vincularnos sexual y afectivamente desde otro lugar.

Equipo Sexa
Integrantes del equipo SEXA - Fuente: SEXA

En el informe de métricas del año pasado: The 2019 Year in Review del sitio pornográfico más grande del mundo “PornHub.com” , la plataforma que ha obtenido cerca de 42 mil millones de visitas durante todo 2019, se señala que el consumo de porno en el género femenino crece año tras año mucho más en aquellas categorías que no se caracterizan por el machismo explícito o la figura de un hombre cosificando a una mujer.

Erika Lust 20201016
Consumo de pornografía por categorías por género - Fuente: PornHub Insights 2019.

Juan Cutuli y Sol Laila Gómez*

Integrantes del Equipo de Investigación de Perfil Educación.