La institución sin fines de lucro que desde hace 53 años brinda asistencia anónima, confidencial y gratuita a personas o familiares en crisis o riesgo de suicidio, incrementó sus esfuerzos durante la crisis sanitaria del coronavirus. El secretario de la comisión directiva, Alberto Fernández Mateos, reveló a PERFIL que en los últimos cinco meses atendieron 2.253 llamados efectivos, es decir, un 50 por ciento más de los 1.502 que recibieron en 2019 durante el mismo período. Y aclaró que, si bien estos números pueden vincularse a un incremento de la angustia de la población durante la cuarentena, también los atribuyen a la mayor difusión en la población sobre la existencia de la entidad. Similares incrementos experimentaron en el período de 2018-2019.
Sus 27 voluntarios ponen el cuerpo día a día detrás de la línea telefónica 135, allí reciben los llamados, algunos de personas en situación de emergencia y otros que se comunican con la necesidad de “una caricia”, como “la voz de alguien que les diga buenas noches antes de irse a dormir”.
Debido a la cuarentena, el sistema de atención debió ser modificado y todos están trabajando desde sus hogares y donando más tiempo. Su vicepresidenta, Nora Fontana, psicóloga especializada en tanatología y suicidología, expresó: “La actitud de los voluntarios es admirable. Ellos donan 4 horas semanales, pero por la pandemia están donando muchas más. El horario de atención es de 8 a 2, nunca hemos logrado cubrir la franja horaria de la trasnoche”. Agregó Fontana: “Todo aquel que quiera formar parte es bienvenido, porque es una tarea excelente. Cuando cualquier persona decide dar un poco de su vida para la ayuda de otros, surge lo más compasivo del espíritu humano”.
En el caso de que alguien esté interesado en formar parte del equipo, el curso dura entre ocho meses y un año. Debido al coronavirus, se dicta de manera virtual. “Para que una persona se haga cargo de una guardia, primero en sí misma se debe sentir segura de estar frente al teléfono, que si bien es una tarea que genera muchas satisfacciones, también causa un gran impacto emocional”.
QUÉ MOTIVA LOS LLAMADOS
Debido a su compromiso de anonimato y confidencialidad, el CAS lleva un registro que no contiene información personal de quienes se comunican, pero sí datos que sirven para evaluar una estadística y saber qué cuestiones generales motivan los llamados.
Un 22% se comunica preocupado por algún amigo o familiar que está pasando un mal momento; el 15% por conflictos de pareja u otras cuestiones familiares; la tristeza o soledad es otro motivo que ocupa el 15% , un 15% por enfermedades mentales; un 14% por ideación o peligro de suicidio inminente y solo un 4% por problemas económicos o desocupación. Estos números desmentirían el mito de que el pensamiento suicida es más frecuente en estratos socioeconómicos más desfavorecidos y apoya más la teoría de que esta problemática incide en todos los estratos sociales, agrega Alberto Fernández Mateos.
Otro dato interesante es que los consultantes de sexo femenino duplican a los masculinos. Solamente un 29% declaran vivir solos. “Aunque la soledad es un factor de riesgo reconocido para la conducta suicida, este dato muestra que el sentimiento de estar solos en el mundo es casi universal en las personas con ideación suicida. Pero esta soledad es de tipo emocional, uno también puede sentirse solo en un contexto familiar.”
La próxima crisis de salud podría ser una ola de suicidios
“Nosotros pensábamos que durante la cuarentena estas proporciones se iban a ver alteradas y sin embargo no sucedió eso, es decir, las personas siguen llamando por los mismos motivos. A lo mejor lo que cambia es el contexto, es decir la pandemia y la cuarentena se mencionan en los llamados como nuevos agravantes o disparadores de situaciones previas. Por ejemplo, la persona que ya tenía problemas conyugales los sigue teniendo. Ahora se potenciaron”, explica.
DESDE ADENTRO
La importancia de la confidencialidad y el anonimato del otro lado de la línea, es lo que le permite a quien llama en un momento crítico sentirse mucho más libre y receptivo de expresar su problemática. Como los voluntarios no revelan su identidad, llamaremos “Juan” a quien está por brindar su testimonio. Es voluntario en el CAS desde 2013. No es una persona que se haya relacionado previamente a cuestiones vinculadas con la salud mental. “Juan” es ingeniero químico.
Su ingreso al servicio fue por un acontecimiento inusual. Siempre tuvo como hobbie abordar temas de filosofía, trabajaba en un foro web sobre esos temas, en el cual cada uno participaba en las líneas de dialogo que le interesaba. Un día, un integrante escribió una carta suicida y no obtuvo repuesta de nadie: “Supongo que los demás participantes no sabían qué decir, pero yo me sentí obligado a responderle, porque me di cuenta de que había una vida en juego”, cuenta. Si bien no tenía conocimiento de cómo asistir a una persona en esa condición, decidió responder esa carta “desde el corazón”, expresando apenas lo que sentía. “Luego de escribir, recibí un mensaje de esta persona, me agradeció las palabras y dijo que le había salvado la vida”, agrega.
En aquel instante. “Juan” percibió que tal vez esa oportunidad se la “dio el destino”, quiso interiorizarse más en el tema y empezó a buscar por internet. “El CAS, en ese momento, no tenía mucha presencia en la web pero lo encontré, me anoté en un curso y al tiempo me llamaron. Al principio me capacité con la idea de saber más, pero al tiempo esto se transformó en algo muy importante en mi vida”, relata.
En el Centro de Asistencia al Suicida (CAS), además de la línea específica se realizan otras actividades: cursos de entrenamiento, capacitación para profesionales y asesoramiento a docentes e instituciones en temas relacionados con la ideación suicida adolescente. También, sobre difusión de la problemática en general y la prevención del suicidio. Todas estas actividades son gratuitas. La institución no recibe subsidios del Estado y se financia exclusivamente con aportes voluntarios de socios, empresas y particulares.
PARA PEDIR AYUDA
135 línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires o (011) 5275-1135 desde todo el país. Quienes estén interesados en recibir más información, pueden ingresar al sitio web de la institución y ponerse en contacto con los coordinadores.
*Integrantes del Equipo de Investigación de Perfil Educación.