La muerte de la cantante británica Amy Winehouse, a sus 27 años, causó un profundo impacto en el Reino Unido. Cientos de fanáticos se acercaron a Camden Square, un parque al norte de Londres cercano a la vivienda de la cantante, y dejaron flores, cartas, cigarrillos, bebidas y hasta una guitarra en homenaje a su ídola.
Mañana se realizará la autopsia policial para determinar la causa de su fallecimiento: si bien se sospecha de sus problemas con el alcohol y las drogas, aún no hay conclusiones definitivas.
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