El domingo pasado concluyó el quinto envío de Sueños de radio, el ciclo que Juan José Campanella emprendió con su productora 100 bares para cerrar una trilogía que arrancó con Había una vez un club y Cuentos Cardinales, ambos emitidos por Telefe. Movido por la idea de que los chicos pueden pensar como adultos, Campanella diseñó un programa que tuvo la dosis justa de reality show pero también de compromiso y creatividad. Tres grupos de chicos que viven en pueblos que no superan los mil habitantes "jugaron" a armar una radio.
Los lugares elegidos fueron Los Varela, en Catamarca, Puerto Pirámides, en Chubut; y Solís, en la provincia de Buenos Aires. Campanella, que viene de dirigir uno de las películas más taquilleras del año, El secreto de sus ojos, habló sobre los logros del proyecto con Perfil.com.
- ¿Está satisfecho con los resultados?
Muy contento, creo que es el mejor de los tres en el sentido de que está más afinado pero además te muestra a los chicos en la faceta que nosotros siempre queremos, que es una faceta compleja, que genera cuestionamientos por parte de ellos pero que finalmente responden y están a la altura del desafío.
- Usted decía en un reportaje que "esta juventud es mejor que una gran ficción".
En realidad, lo que yo decía es que generalmente a la juventud se la ve totalmente perdida: borracha en los boliches, promiscua y por otro lado como una juventud abúlica sin ningún tipo de empuje. Nuestra tesis es que con los incentivos suficientes se le presenten desafíos, obviamente que cuesta porque no tienen el training - todo el mundo los trata como idiotas prácticamente - pero luego de un tiempo y un poco de trabajo reaccionan como el mejor adulto.
- ¿Por qué decidió cerrar la trilogía con el armado de una radio?
Siempre cuesta elegir el proyecto. Por un lado, tiene que desafiar a los chicos realmente con una cosa seria, un proyecto de adultos. No una carrera de embolsados o pegarle pelotazos al patito. Y por otro lado, algo que después que termine el programa quede para la comunidad. O sea, que ellos tengan permanencia y sepan lo que es dejar algo detrás. Esto es como una de las cosas principales del programa y es lo que queremos lograr.
En Sueños de radio hubo relaciones tortuosas entre los chicos y sus profesores. Discusiones para elegir un nombre, enfrentamientos con las autoridades de la escuela que querían imponer su voluntad por sobre la de los chicos y críticas no siempre constructivas de los lugareños. La vida misma. "En algunos lados vos ves una educación muy conservadora. Y los coach, por otro lado, vienen de la Capital con una visión un poco más de 'de dejar hacer a los chicos'", explica Campanella.
"La cosa es no caer en el síndrome 'baila con lobos', de que son todos perfectos. Justamente, es mostrar que desde sus falencias tienen su capacidad para superarlas y para tomar responsabilidades de adultos cuando se les da el desafío. Ahora, por supuesto que si tenemos una sociedad que no puede cumplir sus responsabilidad democráticas, no se le puede pedir a los jóvenes que sean perfectos. Pero sí está el potencial para tener un buen trabajo y buen futuro.
- Con respecto al horario, ¿está conforme? El programa fue los domingos a la medianoche.
Los otros programas medían mucho mejor el año pasado. Hacíamos diez puntos, iba al mismo horario, supongo que tendrá que ver con el rating que nos dejan los programas anteriores. Lo que pasa que hay una cosa, estos programas se ven en los canales como algo 'culturoso' y por lo tanto aburrido y por lo tanto no para horario central. Agradezco muchísimo a Canal 13 y a Telefé por haberlos programado. Yo veía el último y decía cómo puede ser que esto no pueda andar en un horario mejor, tiene un suspenso, una tensión. Y me parece que es mucho más interesante que un programa como Gran Hermano donde ves a quince idiotas. Mi cine es entretenido, trata de ser apasionante. No es un cine culturoso, festivalero y aburrido, tengo esa sensibilidad. Esto me parece interesante, con pibes interesantes. En un horario un poco más central podría andar bien, pero tampoco soy yo el programador de los canales.
Los cinco capítulos puede volver a verse en el sitio Canal 13.
(*) Redactor de Perfil.com
