Marcelo Tinelli tuvo un verano poco común. Uno de los eneros más tranquilos de los últimos años. “Está en otra etapa, un momento mucho más familiar, metido a full con San Lorenzo. Pasar los cincuenta trae cambios, primero le pegó por la noche, la fiesta, las mujeres y ahora prefiere quedarse con la familia”, explica un amigo que comparte sus días en Punta del Este. Quedaron atrás los tiempos en los que el conductor más importante de la televisión alargaba las madrugadas hasta el amanecer. De hecho, fue solo dos veces a Tequila, el boliche donde en años anteriores Tinelli pasaba todas sus noches de verano.