ESPECTACULOS
Carlos Vives

"El reggaeton no es más que el vallenato"

El colombiano asegura que el género de moda es impuesto por la industria. El gusto del público.

Exitoso. Vendedor de millones de discos, el cantante dice que le costó que aceptaran su música.
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Volví a nacer se llama el primer sencillo de Corazón profundo, el disco que representó el retorno, después de ocho años de no editar nuevo material, del colombiano Carlos Vives. Y sí, así de potente lo vive el cantante que supo ser megahit (La gota fría o Fruta fresca) y que ahora está a instantes de pisar Buenos Aires (canta el próximo jueves en el Luna Park) y Córdoba (Estadio Orfeo, dos días después) en el marco del Como le gusta a mi pueblo, tour 2013 y luego de haber sido jurado de la versión colombiana de La voz: “Es fácil pensar que los tiempos cambiaron.

Pasó mucho tiempo, pero siempre nos costó”. Vives siempre habla en plural, y sostiene que “muchas veces me dijeron ‘no’ en el último tiempo... Me siento un romántico, parte de una tradición, y creo que se nos ha hecho difícil durante un tiempo. Volver al disco no fue distinto que cuando hicimos el primero. Dentro de la industria había, cuando comenzamos, cierta reticencia porque no era la balada tradicional, no era el vallenato tradicional. Acá me dijeron mucho que no. Lo nuestro no encajaba en muchos lugares”. El colombiano habla de “haber tenido siempre esa batalla dentro de la industria, porque había un movimiento dentro de donde nosotros estábamos. Y lo sabíamos, como lo sabemos hoy: no ignoramos la industria, pero siempre fue difícil acomodarse”.

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—¿Esa situación ha variado hoy?
—Nuestro vallenato era distinto del tradicional, y dentro del pop, el romanticismo no encajaba con las formas más comerciales, más básicas. Nos era difícil acomodarnos en la industria. Entonces siempre tuvimos que dar, que mostrar, insistir con promotores que le tuviesen cariño a lo que hacíamos. Ahora es distinto en el sentido de que hay gente que se crió con nosotros, y sabe que después de nosotros ha venido más gente inventándose, que sabía que se podía cambiar un poco ese molde. En los conciertos hay gente que nos sigue desde siempre, pero me doy cuenta por la edad de que hay mucha gente nueva.
—Christian Castro sostuvo que es difícil acomodarse para una generación y competir con el reggaeton. ¿Creés que es así?
—Creo que en Latinoamérica se sigue escuchando mucha música, y no sólo reggaeton. Hay determinada gente en el negocio que ha tenido y todavía tiene una preferencia por ese género. Pero no hay que cometer el error de pensar que eso es el público. En Colombia, por ejemplo, siempre ha primado el vallenato. Hasta el día de hoy sigue siendo así, y eso incluso ha permitido que la industria siga existiendo.
—Pero a nivel expansión, en Latinoamérica ningún otro género ha producido en los últimos años como el reggaeton.
—Insisto, creo que la industria hace creer que existe esa predominancia al ponerlo en primera plana. En lugares como Puerto Rico, donde la salsa romántica es importante, ahí sí el reggaeton ha tenido una fuerte presencia. Pero que sea el género dominante en estos momentos no se me hace tan así. Nunca ha tenido en Colombia la importancia del vallenato, o la que tiene la salsa en Perú. Llegó como nueva forma, seguro, pero no es eso lo que decide exactamente el gusto de la gente.

 

Lo dificil de innovar

“Hemos encontrado cierto apoyo en nuevas generaciones”, afirma Carlos  Vives, y respecto de sus shows en nuestro país se sacude una pequeña molestia: “Estoy muy contento, esperanzado, con ganas, porque queremos mucho a la Argentina. Hace tiempo que vamos, en plan promocional, y nunca salía la posibilidad de hacer un show en un estadio o teatro”. El nuevo espectáculo “está basado en un disco que demuestra las cosas que amo del vallenato” y también sabe reconocer ese signo de los tiempos que hoy, después de momentos difíciles, le sonríen: “Ha crecido un poco la producción. Nuestro invento de fusionar rock tradicional con ciertos patrones rockeros ha tomado una forma más amplia con el tiempo. Y más sólida. Estamos empleando instrumentos como gaitas, que son difíciles de usar en vivo. Hemos crecido en eso. Sabemos que es necesario armar otro tipo de show para estos tiempos. Hay un poquito de lenguaje de imágenes y sonido, pero tampoco vamos a hacer un espectáculo de efectos especiales. Somos nuestra música, siempre lo fuimos”. ¿Cómo se siente hoy Vives, con el éxito asegurado y que le sonríe? “Me pone feliz sentir que nuestro proyecto no deja de ser novedoso –sostiene–, al menos eso se siente cuando uno tiene mucho éxito con el público y el apoyo de la industria es relativo. No es fácil innovar. Creemos que lo hemos logrado y que todavía podemos seguir haciéndolo”.