La noticia corrió como reguero de pólvora en la noche del jueves: los ejecutivos de la Warner habían elegido a Ben Affleck para personificar al encapotado de Gotham City en la próxima Superman Vs. Batman que se estrenará en 2015. Con esa elección de casting –un casi desconocido como Henry Cavill contra un ganador del Oscar (y, por ende, con pretensiones acordes) como Affleck– dejaron en claro quién sería el vencedor de la compulsa del título (elemento no tan secreto, tampoco, ya que la historieta de Frank Miller en la que el director Zack Snyder dijo que se basarán para el film dejaba muy en claro que un millonario puede comprar kriptonita, en un precedente ochentoso del billetera mata galán), pero lo que nadie esperaba era que las redes sociales ardieran como lo hicieron desde entonces. Tanto en Twitter como, en mucho menor grado, en Facebook, los seguidores de la historieta y de la trilogía dirigida por Christopher Nolan bramaron su desagrado por la decisión. En la web Change.com, donde los internautas generan peticiones que, hasta ahora al menos, no han tenido otro resultado que el permitirles una catarsis, se abrieron casi automáticamente treinta petitorios donde se recolectaban firmas para convencer a la Warner de retrotraer la decisión. A primera hora de la tarde de ayer, entre todas las “cartas abiertas” de indignados ya habían juntado más de 15 mil firmas. Lo más gracioso fue que la web oficial de la Casa Blanca posee un apartado llamado “We The People” (Nosotros El Pueblo), donde Obama le permite a los ciudadanos expresar sus protestas, y allí se agregó una solicitud de que el gobierno prohíba que Ben Affleck se calce el traje de Batman en cualquier película por los próximos 200 años. Nunca se había registrado tanto rechazo en una elección de estas características desde que Tim Burton anunciara que su Batman iba a ser Michael Keaton. Mal no les fue entonces, al menos porque luego descubrieron algo mucho peor: Val Kilmer.