Una joven participante de Los 8 Escalones este lunes dio a conocer su historia romántica al aire, en la que conoció a su pareja a través de una app de citas, para luego enterarse de que su amor estaba a sólo unos pasos de distancia.
La distancia entre los usuarios es una de las configuraciones posibles a la hora de matchear en apps de citas, pero la cercanía entre Ludmila y quien se convertiría en su pareja sorprendió a todos en el canal de televisión. “Era el vecino de al lado, lo cerca que estaban, en el mismo edificio, ¡y se gustaron!”, destacó el conductor Guido Kaczka.
Ludmila se encontraba en el cuarto escalón, a la mitad del recorrido que necesitaba alcanzar para ganar por segunda vez consecutiva la competencia de preguntas y respuestas. Debía identificar al cantante de una canción de cuarteto que sonaba y, al responder correctamente, se acercó un paso más hacia la final, en la que ya había ganado 3 millones y buscaba duplicar el monto.
La final: una tensa negociación millonaria
Ludmila llegó a la final del programa transmitido por El Trece por segunda vez, sin mayores dificultades. La última pregunta fue referida a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en la que las jugadoras debían precisar la instancia en la cual Juan Martín del Potro consiguió la victoria frente a Novak Djokovic. Ludmila afirmó que fue por la medalla de bronce, mientras que su rival, Giselle, se inclinó por la final de los JJOO.
Ambas opciones eran incorrectas, ya que la victoria de Del Potro se obtuvo en su primer partido. Sin embargo, por una diferencia de puntos, Ludmila ganó el juego y, por lo tanto, 6 millones de pesos. Su suegra corrió a su encuentro para festejar juntas: “A la suegra la conoció por la app también”, bromeó Kaczka y Ludmila la abrazó y comentó: “Ella me tenía un montón de fe”.
A pesar de su triunfo, el paso de Ludmila por el programa de este lunes no había finalizado todavía, ya que por el último premio que se sumó este mes al juego, aún le esperaba una difícil negociación. Entre los ganadores, se instaló una nueva ronda, en la que el lunes 2 de octubre se competirá por un departamento a estrenar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La llave que permite ingresar en aquella codiciada instancia había quedado en manos de Luciano, otro concursante que debía negociar sin intermediarios el precio de su trofeo. Considerando que ya ingresaron varios participantes en la competencia por el departamento y, por lo tanto, disminuyen su oportunidad de ganar, Ludmila ofreció un precio moderado por la llave: $500.000.
“No. ¿Nada más? Por 500, no”, dijo tajante Luciano, ante lo que hubo un silencio especulativo de varios segundos. “Lo subimos a $750.000”, propuso Ludmila y Luciano se apuró: “No, es poco para un departamento”. “No es el departamento todavía, hay que jugar”, respondió Ludmila y Luciano la interrumpió con su cifra soñada: “2 millones”, lanzó, ante lo que hubo preguntas de los testigos: “¿Cómo?” se escuchó de fondo. Ludmila reconoció que el precio era alto y se la vio muy indecisa.
“Bueno, lo subimos a 1 millón”, propuso ella y él insistió: “2 millones”. “Partamos la diferencia: 1.5 millones de pesos”, repuso Ludmila y él negó con la cabeza: “2 millones, ¡tenés 6!”, argumentó Luciano, quien también podrá regresar por 3 millones al próximo programa. “¿Precio final? Bueno, lo compro”, finalizó Ludmila, quien se fue con 4 millones, la llave y la posibilidad de sumar mañana otros 3 millones de pesos.
ML / ED